Tras una semana en shock tras la abrupta destitución de Marcelino, el Valencia volvió a latir en Stamford Bridge. Con un planteamiento que habría firmado el asturiano, se llevó un triunfo en su debut en la Champions con un gol de Rodrigo (0-1). Para el Valencia el choque arrancó un rato antes del partido. Plantilla y presidente, Anil Murthy, acordaban acabar con la ley del silencio que los jugadores adoptaron como protesta por el despido de Marcelino.

Murthy habló para Movistar aunque aplazó las explicaciones a un inconcreto «dentro de poco» y se limitó a decir que «pasaron cosas importantes» con Marcelino este verano. «Vamos a seguir aquí», advirtió a los que sueñan con la marcha de Peter Lim.

Aunque profundas, las heridas parece que empiezan a dejar de sangrar y el equipo saltó al césped mucho más entero que al Camp Nou. Eso sí, tanto el sistema de juego como la posición replegada que ordenó Albert Celades fueron herencia directa de su antecesor. El nuevo técnico che parece dispuesto a pasar desapercibido. Viéndose sólido atrás, el Valencia se animó a estirarse en algunos momentos de la primera parte. Pero el Chelsea de Lampard, más inglés que en la etapa de Sarri, no se amilanó y asedió la portería visitante antes del descanso buscando a Willian. Al borde del descanso, una volea del brasileño obligó a Cillessen a una gran parada.

Al poco de arrancar la segunda parte, el holandés tuvo que estirarse para despejar una falta de Marcos Alonso. El Valencia seguía firme atrás y eso le dio confianza.

CELEBRACIÓN RABIOSA / En una falta puesta con precisión por Parejo, Rodrigo burló la estática defensa zonal local para batir a Kepa. Celebró con rabia. El Chelsea se lanzó a por el empate y un remate de Tomori golpeó en la mano de Wass. Çakir pitó penalti, pero el disparo de Barkley salió arriba. El Valencia ha vuelto. Falta por ver si no es un mero reflejo de lo que fue. «Marcelino será recordado, pero ahora es una nueva etapa. El fútbol es así», dijo Parejo.