Zidane no se marchó muy contento de Las Palmas después de la pobre imagen de su equipo. Lo único positivo fue la victoria, que tuvo un precio alto, pues el Madrid pierde a Pepe y Sergio Ramos (por acumulación de tarjetas el primero y por la roja de ayer el segundo) para el partido del domingo contra el Sevilla (20.30 horas) en el Bernabéu.

Otra quebradero de cabeza para el francés, que parece no dar con la tecla para recuperar la buena imagen del equipo. “Jugando como en la segunda mitad no vamos a ninguna parte”, admitió el míster, que prosiguió con su análisis: “No me voy contento y sí un poco preocupado porque estoy convencido de que podemos jugar de otra forma”.

Si el Real Madrid quiere hacer un buen papel ante lo que tiene por delante, en referencia a la Liga de Campeones, tendrán que jugar “mucho mejor, eso está clarísimo”, reconoció Zizou, que se quejó de la “cantidad de balones alucinante” que perdieron sus futbolistas, especialmente tras el descanso. El míster no quiso dar importancia al enfado de Isco tras ser sustituido y sí habló de Arbeloa, pues sorprendió su titularidad después de estar prácticamente inédito esta campaña. “Jugó muy bien y para mí cuenta como los demás jugadores”, matizó el entrenador. H