La presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana y candidata a la Generalitat, Isabel Bonig, señaló ayer martes que «somos creíbles porque cuando gobernamos creamos empleo, bajamos los impuestos y la economía se estabiliza como está pasando en Andalucía. Lo vamos a volver a hacer». La valldeuxense intervino ayer en un mitin en València junto al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, en el que frente a cientos de simpatizantes señaló que el PPCV «tiene un gran proyecto y un gran programa del que todo el mundo habla».

«Para destruir vale cualquiera, pero para construir siempre llaman al PP. Para volver a la senda de la prosperidad hemos diseñado una triple revolución: económica, fiscal y social. A ver si se entera la izquierda de lo que le interesa a los valencianos, lo que le importa es la educación, la sanidad y la libertad», indicó.

Bonig recordó que si el PPCV accede al gobierno autonómico aprobará una bajada masiva de impuestos y se eliminarán el de Sucesiones y Donaciones y el de Patrimonio, «y le rebajaremos un 7% a los valencianos que cobren menos de 35.000 euros».

Además, aprobará ayudas para la adquisición de vivienda y «ayudaremos a las personas que han trabajado en casa de forma no remunerada». «Eso es trabajar por la clase media», manifestó.

Por su parte, Mariano Rajoy indicó «sin ánimo de molestar a nadie», que le gustaría ver «alguno de los parlanchines que circulan por ahí verse en una situación como la que se vio al Partido Popular», en referencia a su llegada al gobierno central, en plena crisis económica, en el año 2011.

El expresidente sostuvo que «gobernar es más que un titular, una imagen o una frase supuestamente ingeniosa». «Es difícil, complejo, hay que ponderar muchos factores y tener muy claro las consecuencias de las decisiones», indicó, antes de agregar que el PP sabe hacerlo porque es «un partido con solera, con poso y con gente preparada para continuar haciendo servicios al país».

En su opinión, las del 28 de abril «son las elecciones más abiertas en años» y afirmó que pese a lo que dicen las encuestas «hoy nada está decidido».