Después de triunfar en Netflix con La catedral y Valeria, el actor español Aitor Luna regresa a las narcotelenovelas como la pareja de Fernanda Castillo en la segunda temporada de Enemigo íntimo, una experiencia que definió a Efe como «lúdica» y que le sembró «una inesperada fascinación por México».

«Fue fantástico estar en México, aunque no pude pasear como me hubiese gustado porque fue mucho trabajo», dijo Luna en una videollamada desde su casa en Madrid, en la que se recluyó tras terminar las grabaciones de la serie de Telemundo, en la que encarna a Martín Ustariz, al que describe como un «imprevisible, un superviviente nato y muy escurridizo».

La serie, que se estrena en Estados Unidos este lunes, 22 de junio, retoma la historia de los hermanos Roxana Rendiles (Castillo) y Alejandro Ferrer (Raúl Méndez). En esta complicada relación, el personaje de Luna se inserta como el interés romántico de la narcotraficante.

«Trabaja para un empresario que trabaja para Roxana. Después se hace socio de ella y allí empiezan una serie de aventuras y desventuras», adelantó.

Este personaje representa, además, la segunda experiencia de Luna en el mundo de las narcotelenovelas de Telemundo, pues el año pasado se estrenó con un pequeño rol como la primera pareja de Kate del Castillo en la segunda temporada de la icónica La reina del sur. «Esta vez no me matan tan rápido, aunque fue muy divertido filmar esas escenas», reconoció entre risas al recordar el asesinato del personaje de Pedro, el amor de Teresa Mendoza en la Toscana.

También describió como «muy disfrutona» en lo personal su experiencia dando vida a Martín, pues aunque no pudo conocer mucho de México más que las locaciones en lugares como la costa de Sinaloa y mansiones, casas y algunas calles poco recomendables de la capital, sí que aprovechó para explorar la gastronomía mexicana.

Luna llegó a Enemigo íntimo después de participar en Valeria, la serie española de Netflix, y la película La isla de las mentiras. Sus personajes allí fueron grandes desafíos, eran de esos «que te comen la cabeza por distintas razones», contó. El de ahora «fue un regalo. Es importante a veces darse la oportunidad de hacer algo más divertido. Aunque eso no quiere decir que sea menos complicado. Es un tema de intensidad. Con Martín me lo he pasado muy bien. Tiene muchas aristas interesantes», indicó.

Hasta las escenas de cama fueron menos estresantes, reconoció. En las producciones para televisión abierta «las escenas de sexo son sugerentes, hay mucha piel, pero todo es muy cuidado», indicó al hablar de los momentos íntimos entre él y Castillo.

En Valeria le tocó estrenarse ante las cámaras totalmente desnudo «con un calcetín color carne» y «simulando el acto sexual con todos los movimientos».

«Agradezco el que me haya tocado hacer algo así ya más avanzado en mi carrera y no cuando estaba más joven. Lo habría pasado muy mal», reconoció el artista de 38 años, cuya carrera incluye éxitos como la serie Los hombres de Paco, La catedral del mar y hasta una participación en Velvet y Velvet Collection.

La reacción de sus fans ante esa interpretación del sexy e infiel Sergio en la serie de Netflix hace inferir que llevaban mucho tiempo esperando ese momento.

Entre todas esas confesiones, el actor también se detuvo a hablar de la situación que enfrenta el mundo y cómo las sobrelleva. La parte más dura de las medidas de confinamiento, dijo, la pasó en su casa en Madrid, donde tiene dos terrazas «con un pedacito de cielo».

Para él, el aislamiento fue más regalo que castigo y, aunque es un confeso introvertido, hasta le sorprendió un poco lo bien que ha estado consigo mismo por tanto tiempo.