El presidente

Luis Fernández

Plantea como una gran ventaja estar al frente de una gaiata periférica. «Los vecinos están identificados con la comisión y nos animan a realizar actividades y organizar fiestas, y de esta forma no tienen el porqué desplazarse al centro para vivir plenamente e intensamente las fiestas de la Magdalena», señala Luis Fernández, presidente de La Cultural, quien recuerda que «en las fiestas pasadas, más de mil personas participaron en el concurso de paellas y disfrutaron de nuestro concurso Tu cara me suena».

Cuatro años al frente de La Cultural hacen de Luis un presidente experimentado y que ha dado impulso al sector 19.

Reconoce lo «sacrificado» que supone presidir un colectivo gaiatero, «que te quita mucho tiempo para la familia y el ocio», pero, asegura que «vale la pena, sobre todo cuando ves que la gente te responde». Y, en este sentido, se considera que es «afortunado» porque tanto «la comisión como los vecinos del barrio muestran su apoyo y respaldo a un proyecto de gaiata que quiere hacer fiesta para todos».

La asociación de luz de la calle Illa Baleato y adyacentes camina fuerte en el ámbito magdalenero y prepara para mañana en el Palau una espectacular ceremonia gaiatera «al ritmo de la música», indica Fernández, «en la línea que hemos ofrecido en los últimos años y que siempre nos ha dado muy buen resultado».

Muchos son los castellonenses que se sumarán a la gala de La Cultural. Y también entidades e instituciones hermanas como son la Falla Doctor Palos, de Sagunto; el Ayuntamiento de Benassal; la Falla Pensat i Fet, de la Vall, festeros de la Virgen del Carmen y Cofradía Santa María Magdalena, entre otros, y que hablan de la amistad y la cordialidad que despierta el sector con el guarismo 19 en el ámbito de las fiestas mayores y oficiales de la ciudad de Castellón en una dinámica de perseverancia y compromiso como seña de identidad permanente de La Cultural.

Una vez pase la presentación oficial, la comisión de la 19 redoblará sus esfuerzos para ponerse a trabajar en sus monumentos festeros, los que desfilarán en la mágica noche del tercer domingo de Cuaresma, con su resplandor de luz para admiración de los castellonenses y ejemplo de belleza en las arquitecturas efímeras de la fiesta. H