Niños, fiesta y ciudad”. Tres conceptos sagrados que la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco alambicó en su discurso de la imposición de bandas a la reina infantil, Berta Montañés. Unas palabras de corte didáctico --no olvidemos que la primera autoridad municipal se dedica a la docencia-- y de sentimiento pleno, para dibujar una infancia como “la imagen que mejor representa en la fiesta la ilusión, la libertad y la esperanza en un futuro colectivo”. Y, por eso, los niños “tienen mucho que enseñarnos” a los mayores, reflexionó Marco.

“Teneis que enseñarnos a no perder la ilusión de vivir para mejorar las cosas, también en las fiestas; enseñarnos a manifestarnos con más libertad, mediante la fiesta, tal y como somos, como personas y como pueblo, y tenéis que enseñarnos a no perder la esperanza siempre en un futuro mejor para Castellón, para el nuestro y el vuestro Castellón”, resaltó la alcaldesa.

Un discurso hilvanado con el texto del Pregó dels xiquets de Vicent Pau Serra, “Castelló no oblidarà /els xiquets en Magdalena/ perque som (perque sou) memoria plena/ d’histories per al demà”, y en el que Amparo Marco instó a que los niños lean el Tombatossals, “porque Tombatossals puso orden e hizo habitable un territorio caótico e inhóspito que convirtió en un paraíso gracias a la amistad y el trabajo colectivo... leed el Tombatossals, niñas y niños, leamoslo todos...y aprendamos de sus personajes para hacer de Castellón una tierra más cercana al paraíso”, en un llamamiento para la cultura, la solidaridad y la libertad.

Marco recordó a la antecesora de Berta en el cargo, Lola, que definió “como la mejor embajadora de puede tener nuestro pueblo”, y acabó su alocución con el Magdalena!, respondido por los presentes con el tradicional Vitol!. H