Más de 150 figurantes llevan a miles de personas a desafiar al fuego en el ‘correfoc’ de Magdalenal grito de Qui no vullga pols, no vaja a l’era, Sant Roro -encarnado un año más por Leandre Escamilla- dio el pistoletazo de salida a la 'Nit Màgica', la del 30 aniversario, que arrancó desde la calle Gobernador con un homenaje a quienes durante tres décadas han bailado al ritmo de los endemoniados monjes de Xarxa Teatre, con la adrenalina a tope desde el minuto uno en una montaña rusa de sensaciones.

Como tributo a los entregados participantes en este singular correfoc que año tras año lo han convertido en un referente de la Magdalena, se desplegó una lona de 3x9 metros, en la que se podía leer Gràcies Castelló. Y a partir de ahí, un cóctel de pólvora, música y dimonis emprendió el camino hacia la avenida del Rey, con un espectáculo en el que se quiso recuperar el espíritu de las primeras ediciones. Castelló estalla al ritmo de la Nit Màgica.