Opinión | CON LAS OREJAS TIESAS

Productividad

Esta semana hemos celebrado el Día de los Trabajadores y es una preocupación comprobar cómo la visión de los sindicatos, que no de los trabajadores, está tan alejada de la realidad. Bueno, realmente no creo que se trate de la visión de sus dirigentes, sino más bien sus reclamaciones. Porque estoy convencido de que las peticiones en la manifestación del día 1 tenía que ser un brindis al sol… porque lo contrario es vivir de espaldas a la realidad.

Y lo digo porque no creo que haya nadie que no vea como un contrasentido que en la pancarta que encabezaba la movilización figurase el lema Menys jornada, millors salaris. Me parece una propuesta tan fantástica, a mí y a cualquier castellonense, como fuera de la realidad.

La gran reclamación

Estoy convencido de que el movimiento sindical es necesario. Sin ellos seguiríamos anclados en el siglo XIX. Pero me parece ineficiente un sistema en el que algunos responsables sindicales viven más pendientes de ser reelegidos que de propiciar medidas que mejoren el ámbito laboral de los trabajadores. Porque si no, no entiendo que la gran reclamación sea bajar la semana laboral a 32 horas y mejorar los sueldos, además.

¿Puede alguien pensar que esas medidas, cuando hemos perdido 5.000 empleos en el último año, estamos casi en el top ten nacional del paro y cuando la cerámica está como está, son realistas? Cualquiera sabe que aplicar esa jornada laboral solo provocaría más pérdidas a las empresas y más despidos de trabajadores. Aún no quieren aceptar que la productividad es la clave del empleo y la generación de riqueza.

Periodista