Es lógico que las opiniones de cada cual calen más en quienes comparten los mismos principios, objetivos o ideología. Sin embargo, desde julio del 2015, las mías se convierten en una especie de mantra para quienes llegaron al Gobierno de Nules por decisión propia.

No deja de sorprenderme el interés que ponen cada lunes en contestarme por todos los medios que pueden, aunque les recomendaría que dejaran de estar tan pendientes de mi persona, y se preocuparan más de las obligaciones que se arrogaron en equipo, porque los ciudadanos no se las confiaron.

Lo que yo diga parece tener tanta relevancia para ellos que incluso en la última toma de posesión del Ayuntamiento, cuando lo lógico sería que el edil en cuestión resumiera su proyecto político y su compromiso público, el protagonista del momento prefirió hacer una especie de jueguecito del «y tú más» o «soy más gracioso que tú», aludiendo a mi artículo anterior. Ellos se rieron, es lo que mejor se les da: reírse las gracias los unos a los otros. Y no deberían, porque constatar que el rencor enconado como programa de legislatura prevalece en el pleno es muy triste, tanto como que eso sea lo único que tienen en común.

Si estuviera en sus manos, prohibirían que yo escribiera estas líneas, lo tengo claro, pero miren por dónde, coartar mi libertad de expresión será otro de sus fracasos. Seguiré haciendo oposición con firmeza y fiscalizando su gobierno, porque la verdad y la razón, aunque quieren acapararla, no son de su propiedad exclusiva.

Si lamento ser el centro de su rabia, sus estrategias y vendettas, no es por mí, que me tiene sin cuidado, sino porque dedican tanto tiempo a esa fijación enfermiza, que la argamasa que les mantiene unidos, el rencor, empieza a contaminarles a todos sin remedio.

Hay verdades que escuecen, pero yo no fui el que decidí engañar incluso a mis propios votantes por el ansia de tener lo que no dan las urnas. Por eso, me reafirmo en lo que dije: argumentar con orgullo que se recupera el rumbo de un barco pirata no es nada tranquilizador, teniendo en cuenta que su brújula nunca ha tenido un norte.

*Concejal y presidente del PP de Nules