Vinaròs ha registrado dos espectaculares accidentes de tráfico con heridos y con positivos por alcoholemia este fin de semana y con apenas 24 horas de diferencia. En la madrugada del domingo, sobre las 4.40 horas, el conductor de un Volkswagen Beetle de color blanco se salió de la carretera, justo antes de llegar a la rotonda de la N-232, colisionó contra un obstáculo y quedó semivolcado. El hombre, único ocupante del vehículo, resultó herido leve y dio positivo por alcoholemia, por lo que la Guardia Civil instruyó diligencias por un presunto delito contra la seguridad vial, según confirmaron desde el subsector de Tráfico del instituto armado.

Efectivos del parque del Baix Maestrat del Consorcio Provincial se desplazaron al lugar tras recibir el aviso de que el conductor podía estar atrapado en el interior del automóvil.

Sin embargo, a su llegada, el susodicho ya había podido salir del coche y estaba siendo atendido por los efectivos sanitarios, desplazados en ambulancia.

Segundo siniestro

En la madrugada de ayer, un joven de 25 años y natural de Europa del Este, protagonizaba otro aparatoso accidente, esta vez en el paseo de Vinaròs.

El conductor, que circulaba en un BMW Serie 3 descapotable, se salió de la vía al tomar una curva a gran velocidad, chocando una de las ruedas contra el bordillo, lo que provocó que el vehículo se descontrolara por completo e invadiera el sentido contrario del vial.

Eran sobre las 3.00 horas, según informaron a Mediterráneo fuentes policiales, cuando el BMW acabó empotrándose contra la fachada del antiguo colegio San Sebastián, que cambió de ubicación a la avenida Tarragona. La parte frontal del coche de alta gama quedó totalmente destrozada por el brutal impacto, que despertó a varios vecinos de la zona, quienes se asomaron a sus ventanas para comprobar qué había ocurrido en el paseo.

La luna quedó completamente fracturada y el morro del coupé reducido a chatarra, tras un golpe en el que saltaron los dos airbags. El conductor resultó ileso, según confirmó la Policía Local de Vinaròs a este diario. Su acompañante, que iba en el asiento del copiloto del coche, sí resultó herido, aunque su estado no revestía gravedad.

Da 0,73 mg/l

Los agentes desplazados al accidente sometieron al joven conductor a la prueba de alcoholemia, pues este presentaba evidentes síntomas de haber bebido alcohol. Según ha podido saber este rotativo, el resultado arrojado por el susodicho fue de 0,73 mg/l, triplicando la tasa máxima de alcohol permitida al volante. Por ello, los efectivos policiales investigaron (término que sustituye al de imputaron) al conductor del BMW como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por conducir borracho. H