Un niño de 13 años sufrió el domingo la amputación de las dos piernas, a la altura de la tibia, tras ser arrollado por un tren del metro de Madrid después de subirse entre los acoples de dos vagones. El adolescente reptó unos seis metros hasta el conducto de ventilación y pidió auxilio a gritos. Un hombre lo escuchó y avisó a una ambulancia. Sigue ingresado muy grave.