Once menores franceses, de entre 13 y 14 años, fueron dados de alta ayer después de que fueran ingresados por una presunta intoxicación alimentaria que al final fue descartada. Los niños forman parte de un grupo de 47 escolares y once monitores que participaban en un curso deportivo de verano en Roda de Berà (Tarragona) y se encontraban en el cámping Arc de Barà.

Según declaró la responsable del cámping, Sara Rubio, la noche del viernes algunos ya estaban enfermos cuando se disponían a cenar. «Tenían la cena concertada a las 20.00 horas, pero llegaron una hora y media tarde precisamente porque había varios niños que se encontraban mal, sobre todo con mareos, fatiga, dolores de cabeza y mucha ansiedad», aseguró la monitora.

Fruto de su mal estado, hasta cinco ambulancias se desplazaron al lugar. Diez de los niños fueron trasladados al Hospital Joan XIII y al Santa Tecla, en Tarragona, mientras que uno fue dado de alta en el mismo cámping.

GOLPE DE CALOR // «No tenían vómitos ni diarreas ni dolor de barriga. Presentaban un cuadro de fatiga, dolor de cabeza, mareos, taquicardias y respiración fuerte», relató Rubio, que también desveló que, ayer, personal del Hospital Joan XXIII de Tarragona le confirmó que no existió ninguna intoxicación alimentaria.

Y es que, antes de que los jóvenes fueran hospitalizados en los distintos centros hospitalarios tarraconenses, la principal hipótesis que se barajaba era que los once menores, todos ellos de nacionalidad francesa y de un intervalo de edad entre los 13 y 14 años, se habrían intoxicado como consecuencia de la ingesta de algún tipo de alimento que estuviera en mal estado. Pese a la preocupación reinante en el cámping, el testimonio de las fuentes sanitarias y la rápida dada en alta de todos los afectados tranquilizó al resto de sus compañeros y del equipo de monitores.

No es la primera noticia por intoxicación en menores en zonas de acampada que trasciende a los medios esta semana, puesto que, hace tan solo tres días, una decena de niños también tuvieron que ser atendidos por facultativos médicos a causa del estado del cloro de una piscina en un cámping en Ripoll (Girona). Al parecer, una mezcla defectuosa de los productos utilizados para la limpieza provocó la intoxicación por cloro de los jóvenes.