Jordi Pujol, Luis Bárcenas, Rodrigo Rato, ahora los papeles de Panamá... en los últimos meses se acumulan los escándalos por casos de fraude y evasión fiscal en el extranjero. De ahí que no parezca casualidad que el Ministerio de Hacienda haya anunciado que “la Agencia Tributaria potenciará la lucha contra la economía sumergida y la investigación de patrimonios y rentas en el exterior en el ejercicio del 2016”.

Sin embargo, los técnicos de Hacienda, aglutinados a través de Gestha, insisten en que hay que incrementar las plantillas de inspectores --“hay la mitad de efectivos que la media de la OCDE de lo que correspondería por tamaño de España”-- y en que la Agencia Tributaria debería ser “más ambiciosa en sus objetivos”, dirigiendo su esfuerzo hacia “los fraudes más sofisticados”, el de “las grandes multinacionales” que es el “más complicado de detectar” frente a los pequeños autónomos, pymes o contribuyentes de a pie, “muy fácil de descubrir”, desgrana el portavoz de Gestha, José María Mollinedo. Según afirma, el 80% de la plantilla de inspectores se dirige a controlar a estos últimos, y el 20% a las multinacionales, “cuando debería ser a la inversa”.

Esta es la hoja de ruta que el fisco se ha fijado para luchar al máximo contra el dinero negro:

Economía sumergida. La Agencia Tributaria potenciará “las personaciones con personal de las unidades de auditoría informática en las sedes donde se realiza la actividad económica”, especialmente en “empresas intensivas en manejo de dinero en efectivo”, para detectar actividad oculta mediante el denominado “software de doble uso”.

Patrimonio en exterior. La información facilitada por el modelo 720 de declaración de bienes y derechos seguirá siendo “un pilar básico para buscar patrimonios deslocalizados”. Cuentas financieras, movimientos de divisas y operaciones relacionadas con no residentes centrarán el estudio de los inspectores.

Fiscalidad internacional. Se mantiene la utilización de instrumentos híbridos para detectar establecimientos permanentes en el los países del extranjero.

Economía digital. Se realizarán protocolos de actuación tanto en empresas que suelen utilizar el comercio electrónico como en aquellas que alojan sus datos en la nube y se efectuarán comprobaciones de la tributación de negocios que operan a través de la red, así como de los beneficios obtenidos por aquellas empresas que publicitan bienes y servicios en la red de redes.

Empresas y rentas. Continuarán siendo objeto de control la utilización “improcedente” de empresas para “canalizar rentas y reducir la tributación de personas físicas, las actividades profesionales... la emisión de facturas irregulares y las tramas de fraude organizado de IVA, así como el control de rentas declaradas exentas que son un gasto fiscalmente deducible para pagadores”.

Recaudación. Se desarrollará la gestión de la deuda pendiente de cobro sobre un mayor número de contribuyentes, impulsando las derivaciones de responsabilidad y, en su caso, las acciones judiciales oportunas para combatir las operaciones de vaciamiento patrimonial”. Y también agilizar la gestión recaudatoria en los casos de delito fiscal y de contrabando. También se reforzarán las medidas cautelares en caso de embargos, procesos concursales...

Aduanas. Seguirán teniendo “especial relevancia” las actuaciones para detectar el contrabando de tabaco y se reforzarán los controles en los recintos aduaneros de viajeros y mercancías procedentes de áreas de menor tributación. H