La asociación de vecinos del barrio del Hospital ha organizado, un año más, su ya tradicional taller de cocina navideño, que sirvió para que alrededor de 200 personas con rentas bajas cenaran mejor en Nochebuena. Se trata de una iniciativa que no solo es solidaria, sino también colaborativa, puesto que las familias beneficiarias participaron durante toda la mañana en la elaboración de los platos junto a los residentes.

La presidenta de la entidad, Miriam Caravaca, destacó que se trata de un proyecto que «nació hace cinco años y en el que colaboran Cruz Roja, Cáritas, San Vicente de Paúl y la Joventut Antoniana, que son las organizaciones que nos derivan a los beneficiarios». La propuesta se llevó a cabo en el colegio público Pascual Nácher, cuya dirección cede de-sinteresadamente la cocina en la que se elaboraron dos platos a base de carne de cerdo y de pavo.

PARA TODAS LAS CULTURAS / De esta forma, explicó Caravaca, «tenemos una alternativa culinaria para todas aquellas personas pertenecientes a culturas que no comen cerdo puesto que, en nuestro caso, no hacemos ninguna distinción entre orígenes».

La dirigente vecinal indicó que se trata de «una iniciativa muy bonita que nació del interés de los propios vecinos por poner su granito de arena para hacer unas navidades más solidarias, en las que todo el mundo tenga un plato especial encima de la mesa».

En este sentido, añadió que el objetivo de esta propuesta es «colaborar de una forma distinta, puesto que nos parecía que elaborar los platos y que las familias vinieran a recogerlo era muy frío». Es por ello que todos aquellos que quisieron participaron en la elaboración del menú, costeado con fondos de la asociación y «gracias a la colaboración de varios establecimientos del barrio, que nos dejan los alimentos a precios muy competitivos».

ALMUERZO // Durante la mañana, también hubo tiempo para la tertulia y para un almuerzo en el que participaron todos los asistentes. Tras el mismo, y antes de volver a prestar atención a los fogones, hubo un brindis con cava para celebrar la quinta edición de esta curiosa iniciativa que ya se ha consolidado como uno de los actos de la intensa programación navideña de Vila-real.

La organización vecinal también entregó a las casi 200 familias varias placas de turrón y frutas en almíbar, entre otros postres típicos, que completaron la cena navideña más solidaria.