Vila-real iniciará en unas semanas la que será la última obra de calado del presente ejercicio 2016, o una de las primeras del próximo 2017. Se trata de la ampliación de las aceras de la calle Mare de Déu dels Àngels, una medida que permitirá poner fin al mal estado actual de buena parte de las mismas. La actuación tiene como objetivo fundamental favorecer la circulación de los peatones, por cuanto la estrechez actual de los bordillos dificulta incluso que dos personas puedan cruzarse en estos andenes.

Según explicó a Mediterráneo el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, los trabajos tienen un presupuesto aproximado de unos 40.000 euros y permitirán mejorar la imagen y la funcionalidad en el tramo que une los viales Ermita y Crist de la Penitència. En estos momentos, los servicios técnicos del Ayuntamiento están ultimando la memoria de la actuación. En este sentido, Valverde señaló que «el proyecto se encuentra ahora en manos de la Intervención municipal, por lo que debemos esperar a tener el permiso para iniciar los trabajos». Serán estos trámites los que permitirán que la obra comience en los últimos días del 2016 o que se retrase para las primeras semanas del 2017.

PLAZO // Una vez que los operarios inicien el proceso de ampliación de aceras, el proyecto estará listo en cuatro semanas y, según el edil, «permitirá mejorar el estado de una calle muy transitada por los ciudadanos que se desplazan hasta el centro». También es un vial muy usado por aquellos que acuden al campo de fútbol de El Madrigal en días de partido.

Debido al reducido ancho de esta calle no será posible acometer su semipeatonalización, como sí que se ha hecho en otros lugares de la red viaria, como en Pare Espuig o Infants. Pese a esta imposibilidad, sí que se hacía necesaria una actuación. «Realmente, las aceras en esta zona están muy deterioradas por el transcurso de los años y ha habido algunos accidentes, básicamente caídas de personas mayores», explica el edil. De hecho, la demanda vecinal es uno de los motivos que lleva al consistorio a intentar intervenir ya en esta parte de la ciudad, puesto que la obra se contemplaba en los presupuestos participativos aprobados a finales del 2015.