El alcalde de Vila-real, José Benlloch, tiene la intención de encargar una auditoría «de soluciones» para retomar la urbanización del programa residencial del Madrigal. La idea surge una vez conocidos los inconvenientes para culminar el desarrollo de esta zona a través de un estudio anterior que, como recordó el munícipe recientemente, avaló las acciones llevadas a cabo por el ejecutivo municipal, en el sentido de no autorizar que el nuevo agente urbanizador girara nuevos pagos a los propietarios del PAI.

El primer edil indica que el planteamiento es pedir ese informe, «a poder ser este mismo año o presupuestarlo para el próximo ejercicio del 2020, con el fin de buscar alternativas para el programa de actuación integrada Madrigal, en vista del diagnóstico que se ha realizado y aprovechando las posibilidades que da la nueva legislación urbanística de la Comunitat Valenciana».

Con la auditoría en las manos, la voluntad de Benlloch es sentarse a negociar con el urbanizador, «para abordar una salida que permita desarrollar las diferentes unidades de ejecución». Un objetivo que, para el munícipe, pasa porque el actual propietario de los derechos sobre el programa urbanístico valore «si puede asumir la ejecución de este área con unas condiciones distintas a las que se plantearon en un principio, o si prefiere rescindir el contrato, todo ello siempre desde la legalidad más absoluta».

En este sentido, el alcalde adelanta que «nada más pase el verano, probablemente después de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia», convocarán «una reunión con los afectados por el plan a culminar para explicarles los problemas que han surgido y cuál es la hoja de ruta a seguir en la redefinición de este espacio».

Asimismo, el munícipe insiste en el uso de las nuevas tecnologías para favorecer el desarrollo de las distintas áreas, mediante la implantación de farolas que funcionen con energía solar, o crear microdepuradoras que, asegura, ahorrarían costes, tanto en la instalación de los sistemas generales de saneamiento como en las conducciones eléctricas.

Con todo, el primer edil vila-realense hace hincapié en que, pese a que se abren nuevos horizontes para el Madrigal, el proceso «será lento y se tendrá que hacer frente a recursos administrativos o judiciales que también dilatarán los trámites».