La Conferencia Nacional sobre la Diversidad y Discapacidad que se celebra en Benic ssim ha dejado en evidencia los eternos defectos de la sociedad actual. Las diferentes mesas redondas y conferencias coincidieron en señalar la discriminación que sufren, día tras día, las personas con algún problema importante de discapacidad. Una realidad que parecía ya superada en el siglo XXI, pero que, por lo visto en estos primeros días de trabajo, permanece inamovible.

La sociedad está llamada a cambiar su mentalidad. El Ivadis, organismo público dependiente de la Generalitat, asegura en sus planteamientos de base que hay que arbitrar un conjunto de acciones tendentes a lograr el desarrollo máximo de la persona con discapacidad así como su inserción social. Estas acciones van desde la creación de hábitos vitales hasta la ocupación e inserción laboral, así como la preparación para la vejez, proporcionando, cuando sea necesario, el servicio de vivienda normalizada o residencia asistida, siempre que la gravedad de sus limitaciones lo hagan indispensable, ya sea temporal o permanente. Pero, al margen de las obligaciones públicas, es necesaria una llamada a la conciencia individual.