A FONDO

Tito Berni

Hace tiempo que quedó claro que la bandera feminista que utiliza la izquierda tiene un doble rasero

Begoña Carrasco

Begoña Carrasco

Bochornosas, lamentables, patéticas, chabacanas, reprobables… Se me ocurren mil y un calificativos para describir las imágenes que desde hace una semana están en todos los medios de comunicación y que muestran al (ahora ex)diputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes junto a empresarios, familiares, amiguetes y otros compañeros de la bancada socialista de juerga en restaurantes de lujo y en prostíbulos, donde cerraban acuerdos y tejían una presunta red de extorsión y corrupción.

La noticia ha saltado a los medios ahora, justo ahora, a las puertas de la celebración del 8 de Marzo, Día de la Mujer, una fecha en la que todos los que creemos en la igualdad de género nos reafirmamos en nuestro compromiso para trabajar por una sociedad más justa y equitativa, con los mismos derechos y oportunidades entre hombres y mujeres.

Como mujer, como madre, como abogada que asiste a las víctimas de violencia de género en la Oficina de las Víctimas del Delito en la Ciudad de la Justicia, pero también como portavoz y representante del Partido Popular en Castellón, me parece indignante que una vez más las mujeres del PSOE, Compromís y Podemos hayan optado por la ley del silencio para condenar los hechos. Y no hablo de los posibles delitos penales, que de eso ya se encargará un juez, sino de su afición por frecuentar los burdeles y recurrir a las fiestas con prostitutas. ¿Dónde queda su feminismo? Decían que iban a acabar con los puteros, pero resulta que los tienen en su propia casa, y ahora callan.

Doble rasero

Hace mucho tiempo que quedó claro que la bandera feminista que utiliza la izquierda tiene un doble rasero. Todo está en función de qué lado del espectro ideológico en el que se enmarque. No quiero ni pensar qué hubiese ocurrido si el sujeto fotografiado militara en las filas del Partido Popular. Ahora, en cambio, ninguna lideresa del Gobierno sale a hacer valoraciones del Tito Berni. Filas prietas, dientes apretados, mirada al frente. Y silencio.

Este es el feminismo que pregonan. El de los bandos, el de las líneas rojas a medida. En septiembre del año 2021, Castellón aprobaba adherirse a la red de ciudades libres de tráfico de mujeres, niñas y niños destinados a la prostitución. Y el PP votó por supuesto a favor. Una pena que la alcaldesa del PSOE Amparo Marco, o la concejala de Feminismo de Compromís Verònica Ruiz también hayan optado por el silencio.

Por si fuera poco, este silencio impostado llega justo en plena guerra fratricida en el seno del Gobierno de Sánchez a cuenta de la ley del solo sí es sí. Una ley que ya ha dejado en la calle a más de 70 violadores, y ha rebajado las condenas a más de 750 depredadores sexuales, una treintena en Castellón. ¡Hay que derogarla ya!

Mañana, 8 de marzo, el colectivo de las mujeres no estamos para fiestas. ¡Feminismo no es eso! Gritaremos más que nunca la inmediata revisión de la ley, porque nunca antes se había dado un paso tan atrás de cara al colectivo en la defensa de sus derechos, en la protección de su integridad física y, en definitiva, en nuestra seguridad como mujeres.

Necesitamos un Gobierno que nos proteja, un Gobierno que promocione la igualdad real entre hombres y mujeres a todos los niveles y que esté centrado en resolver los problemas en lugar de generar nuevos.

Candidata del PP a la Alcaldía de Castellón

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