Amparo Marco no necesita pirómanos para volver a ganar

Lo del PSPV en la ciudad de Castelló es para mear y no echar gota. De nada importa que estén gobernando casi ocho años tras una larga travesía en la oposición con sucesivas victorias del PP. Aquello que costó tanto de remontar parece que ahora, por egos personales, están dispuestos a tirarlo por la borda. Veamos.

    El presidente del Gobierno no decide al detalle las candidaturas al Congreso en las elecciones generales, pero sí que tiene libertad absoluta para nombrar a los ministros. El president de la Generalitat otorga alguna concesión con las listas autonómicas, pero después no se encuentra zancadillas para elegir a los consellers que sean de su plena confianza y formar el equipo para gobernar la Comunitat.

Están atados

Sin embargo, los alcaldes quedan fuera de esa dicotomía. Están atados con los componentes de la lista municipal. De ahí saldrá el organigrama para tratar de plasmar el programa electoral. Por eso resulta de sentido común que Amparo Marco, una vez designada por el partido como alcaldable, tenga vía libre para configurar una candidatura pensando en gobernar la capital. Una relación de nombres que debe estar meditada en función de las áreas que conlleven la acción diaria.

    Marco, que sabe bien lo que es sufrir con un grupo huérfano tras la marcha de dos piezas clave como Toni Lorenzo y Rafa Simó, huye del agua tibia. Ficha a tres independientes pensando en otras tantas concejalías específicas y hace su equipo para pilotar Castelló. Pero en esas que se encuentra a un pirómano en el camino. Germán Renau quiere meter la cuchara y colocar a algunos afines en clave de reparto de la tarta. El enemigo está en casa.

   El diputado nacional haría bien en arropar a la alcaldesa y centrar sus energías en Madrid para acelerar las ayudas al azulejo y revertir una Magda que la provincia entera rechaza.

 Subdirector de Mediterráneo

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