BUENA PREGUNTA

Recalculando la ruta

Álex Rubio

Álex Rubio

Las vacaciones de verano suelen significar en nuestro imaginario un momento de pausa, de abandono de todo lo que nos recuerda a nuestra vida normal para abrazarnos al ocio, a las noches sin reloj y a las lecturas largas. Parar para desconectar, siendo conscientes de que nuestra rutina llegará tarde o temprano y nos devolverá a las alarmas, el tráfico, los colegios y los compromisos. Los últimos años, tal vez más desde la pandemia, parecemos más conscientes de la necesidad de modificar estos patrones, esa separación forzada entre el agobio de la rutina y el descanso plácido en determinados momentos al año. Pero para muchos la pausa estival aún sigue siendo ese momento vital necesario para parar, abrir el depósito y llenarlo de motivación para continuar adelante.

Inteligencia artificial

Pero el avance de la tecnología es tal que seguramente, en lugar de dejar tirado el mapa en la mesa, sea mejor idea planificar nuestra ruta una vez regresemos a la velocidad de crucero. Porque a este ritmo, puede que para entonces ya tengamos que coger otra vía, o sufrir baches y curvas nuevas que nos aguardan en la vuelta a nuestro trabajo. En el verano de 2022 la Inteligencia Artificial apenas había llegado a nuestra aplicabilidad, pero en este es un tema transversal de actualidad que, sin lugar a dudas, apunta a transformar drásticamente la manera en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Lo ha hecho ya en los pocos meses en que la IA generativa --la que es capaz de crear textos, imágenes, vídeos o audios desde una instrucción humana-- está con nosotros. ¿De qué será capaz una vez aterrice, por ejemplo, la generación del modelo de lenguaje GPT-5 que Open AI acaba de registrar como marca? El propio Sam Altman, uno de los fundadores de la tecnológica, aseguraba hace unos días que pocos trabajos se librarán de los efectos de la IA a corto plazo. Unos, como los traductores o intérpretes, podrían verse sustituidos en un porcentaje importante de funciones por herramientas ya avanzadas en este área, mientras que otros, como los educadores, no peligrarían, pese a que tendrán que modificar su método de trabajo para adaptarse a ellas.

Más que para pausarnos, estos momentos estivales deberían servirnos para ampliar nuestra perspectiva y ayudarnos a mejorar nuestro futuro inmediato. No queda otra para no quedar atrás, esta velocidad del tiempo no espera.

Director y Chief Strategy Officer de Twelfhundred. Profesor de la UJI

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