EL TURNO

Ciudad de rodajes

Andrés Martínez

Andrés Martínez

Peñíscola, con un patrimonio natural y arquitectónico singular, hace más de un siglo que se estrenó como plató natural de excepción para todo tipo de acciones audiovisuales.

Su enclave geográfico y su patrimonio arquitectónico la convierten en escenario privilegiado para la atracción de este tipo de producciones, siendo la configuración del casco antiguo en blancos y azules, típicamente mediterránea, y el excepcional estado de conservación de su castillo y murallas, algunos de los atractivos más reconocidos.

Peñíscola, como digo, ha sido escenario del rodaje de películas como Ana Cadova (1914), La alegría del batallón (1924), La vida es maravillosa (1955), Calabuch (1956), Los bucaneros del mar caribe (1960), El Cid (1961), Todos eran culpables (1962), ¡Jo, papa! (1967), Alucinaciones (1978), El hijo del cura (1982), El cura ya tiene hijo (1984), Fuga de la isla del diablo (1984), Tramontana (1990), El día nunca por la tarde (1994), Tierra (1995), París-Tumbuctú (1999), Mataharis (2007), Pizza Eli (2008), Sinterklaas (2009), Fin (2012) o el cortometraje Blink, también en 2012.

Peñíscola y el cine tienen una fuerte conexión que cristalizaba con la celebración, hasta el año 2008, del Festival Internacional de Cine de Comedia de Peñíscola que atrajo, durante las dos décadas en las que se celebró, a prestigiosos actores, directores y profesionales vinculados con el séptimo arte.

Los flashes no han dejado de apuntar hacia nuestra casi isla en pleno mediterráneo y, en 2014, estrenaba Telecinco la serie rodada en nuestra ciudad, El Chiringuito de Pepe, cuya popularidad y éxito ha hecho llegar los espacios más emblemáticos de Peñíscola a más de cuatro millones de espectadores durante diez semanas.

La serie El Barco, El Ministerio del Tiempo y la reconocida Juego de Tronos también se rindieron ante los encantos de nuestra roqueta y tras el estreno de esta última superproducción en 2016, iniciamos el trabajo de creación de producto turístico vinculado a nuestra condición de ciudad plató.

Acoger rodajes cinematográficos en Peñíscola dejó hace tiempo de ser algo anecdótico y la oficina de rodajes ha ido creciendo en ambición y asumiendo objetivos, a la vez que nuevos retos.

La próxima semana los extraordinarios y singulares escenarios naturales de Peñíscola viajarán a Valladolid al encuentro de productores y localizadores de la industria audiovisual de todo el mundo, para mostrar sus atractivos y seguir atrayendo la mirada de los flashes que nos proyectan internacionalmente, más allá de nuestras fronteras. Seguimos.

Alcalde de Peñíscola

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