LA FIRMA DEL DIRECTOR

El rollo de la elevada deuda

Ángel Báez

Ángel Báez

El enorme endeudamiento público que arrastramos y que no ha hecho más que crecer desde el aquel aciago 2008 va camino de convertirse en uno de los principales problemas para unos gobiernos que apenas han hecho aterrizar. Entretanto, Europa se ha apuesto a afilar la tijera en un contexto financiero internacional extremadamente enrevesado en la que la máquina de hacer billetes comienza a griparse tras un largo periodo de alegrías con políticas expansivas.

Los números son suficientemente elocuentes, a tenor de lo que dice el Banco de España: la deuda pública en general llega ya a los 1.569 millones de euros, lo que representa el 113,1% del PIB. En lo que concierne a las comunidades autónomas este endeudamiento alcanza los 327 millones de euros. La cancelación de una quinta parte de la deuda --prometida por Sánchez a Cataluña y, por extensión, la que pudiera corresponder al resto de comunidades-- sin duda supondrá un gran alivio para las arcas territoriales, pero no así al conjunto de un Estado del que todos formamos parte. Es decir, la deuda cambia de bolsillo, pero sigue siendo deuda.

Dicho de un modo menos versado; el endeudamiento ha sido como el rollo de papel higiénico, que bastaba tirar de un extremo para satisfacer las necesidades a demanda, sin pensar que un día nos podemos topar con el cilindro hueco que nos aboca a la tragedia. Hoy, en definitiva, lo que se plantea no es tanto dejar de tirar de la finita celulosa, sino entregar a otros la responsabilidad del portarrollos... y de sus circunstancias.

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