BABOR Y ESTRIBOR

¿Y ahora qué, Sánchez?

Basilio Trilles

Basilio Trilles

En las Cortes se ha consumado el guion previsto, por decisión de un delincuente fugado de la justicia, Carles Puigdemont, quien tiene previsto regresar amnistiado al territorio español denominado Cataluña con el Ja sóc aquí del recordado Tarradellas, como ya vaticiné hace unos días. Pedro Sánchez ha sido investido presidente del Gobierno. ¿Y ahora, qué? Los socios de conveniencia, todos contrarios a la Constitución y a la monarquía parlamentaria, están dispuestos a romper España y lograr sus anhelos secesionistas, con la necesaria cooperación del felón que desde el cinismo más hiperbólico no le importa poner a los pies de los caballos al Estado de Derecho y la estabilidad de la cuarta economía de la UE, aunque para ello provoque una peligrosa división entre los ciudadanos.

Inestabilidad y dolor

Por mucha habilidad reconocida en el arte de trilero, incluso sus palmeros reconocen en privado que la legislatura anuncia inestabilidad y dolor. Miriam Noguera, portavoz de Junts y voz de Puigdemont, ha sido concluyente: «Si alguien dice que este acuerdo sirve para pasar página engaña, no lo hemos hecho ni lo haremos nunca». El de ERC, Gabriel Rufián, miró a Sánchez desde la tribuna del Congreso y le espetó desafiante: «No se la juegue». El socio más fiel y discreto, EH Bildu, ya asoma la patita, en este caso zarpa de alimaña, y le manda el recado a Su Excelencia: “No le concedemos un cheque en blanco”. Tampoco era necesaria semejante confirmación de la bilduetarra Aizpurua. El respaldo del exjefe de los del tiro en la nuca, Otegi, tiene que ser a cambio de algo realmente serio. Ya se irá desvelando el secreto. Por su parte, Pablo Iglesias, traicionado por la astuta siamesa de Sánchez en cuestión de escrúpulos, Yolanda Díaz, ha jurado que Podemos no volverá a ir en coalición con Sumar y sus cinco diputados actuarán por libre.

¿Y ahora qué? De momento a esperar las decisiones de Puigdemont, al que le quieren poner escolta oficial mientras hace el casting de los verificadores internacionales. ¿Cabe mayor ignominia?

Periodista y escritor

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