Castellón da un golpe en la mesa

La lejanía de los centros de poder está íntimamente ligada a la falta de oportunidades. Parece claro que estar alejado de los despachos palaciegos donde se cuecen las decisiones importantes es un lastre y lo es, sobre todo, para los territorios que ya de por sí ocupan la periferia de los extrarradios, como es el caso de Castellón: la menor de una Comunitat Valenciana a la que, tradicionalmente, le cuesta tanto acudir al entorno de la Castellana, al menos en horario de oficina.

La distancia nunca ha sido buena aliada para los intereses de una sociedad de las afueras, que vive y se ha acostumbrado a vivir como mera observadora en la toma de decisiones, aunque éstas afecten a sus propios intereses. Además, las zonas alejadas de esos centros esenciales experimentan un desarrollo infraestructural más lento o desigual, lo que afecta directamente a su despegue económico. Y con este pretexto, este próximo miércoles Madrid será testigo de un hecho inédito con nuestra provincia como protagonista. De la mano de la patronal valenciana CEV, se presentará el Manifiesto por el mantenimiento de la economía de Castellón, un documento que ha unido a todos los actores socioeconómicos con el objetivo de llamar la atención sobre la situación actual de una provincia que, durante décadas, ha venido tirando de la balanza comercial española y generando empleo de calidad. Esta semana toca reivindicar y reivindicarnos y hacerlo con argumentos, alejados del manoseo ideológico y el regate corto tan habitual en aquellos profesionales en el arte de sacar tajada.