El habitual hermetismo de Apple sobre sus nuevos modelos de iPhone es cada vez más difícil de sostener, debido a las filtraciones tanto de los fabricantes de componentes como de los grandes expertos, con buenos contactos en la propia compañía. El iPhone 8 no ha sido una excepción.

Lo cierto es que por una u otra causa son numerosos e importantes los datos que ya se dan por ciertos respecto al nuevo modelo de la firma de la manzana, que llegará al mercado previsiblemente en el último trimestre del año (septiembre u octubre), una fecha habitual. Será el iPhone del 10º aniversario, de un producto que, desde que nació, cambió la manera de entender la comunicación a distancia. Como consecuencia del aniversario, lo que se espera del nuevo iPhone es, en primer lugar, una revolución en cuanto a la apariencia, algo que se ha modificado muy ligeramente en los últimos dispositivos. En cuanto a materiales se espera un rediseño con base en vidrio y aleación de acero.

El iPhone 8, que según algunos medios podría tener una versión conmemorativa denominada Edition, y que también podría denominarse iPhone X, será sorprendente, buscando aventajar a la gran empresa competidora, Samsung, que prepara para dentro de pocas semanas el lanzamiento de su buque insignia con innovaciones para recuperar su imagen, tras los problemas de batería detectados en su último Note.

Mientras Apple no lo desmienta o hasta que presente el nuevo modelo, lo que se espera de él es lo siguiente: OLED y prácticamente sin marcos, lo que permitirá ofrecer un panel de mayores dimensiones. Los últimos rumores hablan de una pantalla nada menos que de 5,8 pulgadas, aunque el tamaño prácticamente se mantendría similar en relación a los modelos (Plus) actuales.

El diario financiero japonés Nikkei informa de que este será el teléfono más caro que Apple haya fabricado en toda su historia. Un dato que concreta Kgi Securities, citada por la revista Forbes, y donde se afirma que el nuevo iPhone 8 tendrá un precio superior a los 1.000 euros.