Muchas veces nos preguntamos si es mejor un vino u otro, "¿cuál cojo para la comida con los amigos y amigas?" , "¿y para mi cita de Tinder de la noche?" Es complicado, pero para que te conviertas en todo un experto o experta, es mejor que te informes sobre los distintos vinos que hay, el tipo de crianza y varios consejos que te ayudarán a conocer qué vino es mejor frente a otro, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Diferentes vinos

  • Blancos. Su elaboración se realiza con uvas blancas maceradas con su hollejo y se retira antes de su fermentación. Pese a que también puede ser de uvas rojas, en este caso, la maceración sería sin hollejo.
  • Rosados. Se prepara con uvas maceradas con sus hollejos y se eliminan previamente a su fermentación.
  • Tintos. Se elabora con uvas maceradas y fermentadas con su hollejo para sacar su aroma y color. De hecho, los tintos son los más consumidos.
  • Espumosos. Contienen gas carbónico, normalmente ocasionado por una segunda fermentación. Además, el más conocido es el cava.
  • Generosos. Son los vinos blancos de uva Palomino y se les añade 15º de alcohol. Se encuentran entre ellos: los finos y manzanillas: preparados por crianza biológica, y los amontillados, olorosos y palo cortado, en este caso, por crianza oxidativa.
  • Más vinos. Además, hay otros tipos de vino: los Fondillon, los Pedro Ximénez o los vinos de hielo.

Según su crianza

  • Gran reserva: Son vinos de cosechas excepcionales, reposando 60 meses y 18 en barrica, el resto en botella.
  • Reserva: Estos vinos son de buena cosecha, de crianza de 36 meses, cuyos 12 han sido en barrica.
  • Crianza: Ha de ser un vino de crianza de mínimo 24 meses, cuyos 6 son en barrica.
  • Jóvenes: Para ser un vino joven, comprueba que no tenga más de un año de antigüedad. Conservan las características afrutadas y frescas de la uva, no obstante, dura menos tiempo.

Consejos

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  • El vino no ha de servirse ni muy frío ni muy caliente, pues la temperatura es fundamental. Si está muy frío (de 2º a 4º), no te percatarás de su aroma, sino de sus sabores ácidos. En cambio, caliente (más de 20º), se notará más los alcoholes y un sabor totalmente dulce. Para enfriar el vino, lo más práctico y rápido es introducir la botella en un recipiente con agua y hielo y dejar reposar unos pocos minutos. Sin embargo, los cambios constantes de temperatura pueden empeorar el vino, por lo que es preferible que no varíe más de unas pocas veces. Por ello, es esencial que esté a una temperatura media. El espumoso (champán, de aguja, cava, etc.), a 7º; el blanco dulce (Pedro Ximénez, moscatel), a 8º el tinto joven, a 9º; el blanco joven seco y vino rosado a 10º, el generoso (Manzanilla, Jerez, oloroso, etc.), a 11º; el blanco fermentado en barrica a 12º; el tinto de crianza a 15º y el tinto de reserva y gran reserva a 17º.
  • No beber varios vinos durante la misma comida, pues no es recomendable el exceso de sabores, al no terminarse de degustar al completo por la mezcla.
  • Si se saca solamente un vino, ha de ser sencillo y acorde con el plato principal. En el caso de varios, primero el ligero y después el vino con cuerpo. Si se sirve un vino fresco y otro de temperatura ambiente, el frío ha de ser el principal.
  • Los dulces resultan mejores para la comida y los secos para el aperitivo previo a la misma.
  • El vino engorda, cada gramo de alcohol consta de 7 kilocalorías, por lo que si estás haciendo dieta, mejor tomarse sólo una copita o si quieres unas cuantas más, sin pasarse y a quemarlo en el gym.
  • No compres el vino en tiendas con alta temperatura o que las botellas estén expuestas al sol. Si quieres un buen vino, mejor en tiendas especializadas y en bodegas.
  • Si hay ofertas y compras muchos vinos, asegúrate de tener una nevera especial o una bodega para guardarlos, pues una vez comprado el vino, pierde calidad, por ello, es de pura importancia su temperatura y lugar.