En una jornada vespertina de declaraciones en el marco del crimen ocurrido en Casas de la Breva fueron citados ayer en la Audiencia de Castellón agentes de la Policía Local de Castelló, de la Policía Judicial (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, UDEV) y Científica. Los agentes municipales fueron los primeros en llegar al lugar, ya que una patrulla se encontraba en el momento de los hechos a escasos 50 metros del lugar y fue alertada por una vecina. «La víctima estaba en el suelo, recobraba la consciencia y la volvía a perder al momento. Vimos a unas personas que se subían a un coche y se marchaban. Una mujer nos dijo que habían sido los hermanos Pardo Mendoza», explicó un agente local.
Un policía nacional explicó que cuando llegaron al hospital la víctima ya había muerto. «La investigación se centró desde el principio en cinco personas --los cinco encausados--», dijo. Sobre los procesados, incidió en rápidamente fueron puestos en búsqueda y captura y que se entregaron en Torrent (Valencia).
Una pata de una con clavos, un bate, cuchillos...
Dos integrantes de la Brigada de Policía Científica recordaron los efectos recogidos de la escena, entre los que se encontraban cuchillos, un bate de béisbol, un palo de golf, la pata de una mesa con clavos, un pitón y varios bastones. «Había manchas de sangre por toda la calle, era un reguero, hasta el número 83», apuntó el primero de ellos, que estaba de guardia ante posibles incidencias el fin de semana del crimen.
Por su parte, un inspector que también está citado hoy a declarar como perito explicó su participación en la autopsia, con recogida de posibles vestigios en las uñas de la víctima y análisis de su ropa. El testigo desveló que solo se encontró una huella «con valor identificativo» en las armas incautadas, aunque la Fiscalía pidió dejar el análisis en profundidad de este hallazgo para la jornada de este miércoles.
