el acusado dijo ser gay y estar casado

Absuelto de abusos a sus sobrinas un vecino de Vila-real por inexactitudes en las fechas

Lo acusan por unos hechos de hace 20 años, pero no está claro si él era menor

Imagen del procesado, en el banquillo de la Audiencia.

Imagen del procesado, en el banquillo de la Audiencia. / MEDITERRÁNEO

Un vecino de Vila-real ha sido absuelto de los delitos de abusos sexuales de los que venía siendo acusado por parte de sus dos sobrinas. La Fiscalía pedía para él una pena de 22 años de cárcel, además de una década de libertad vigilada, pero el tribunal de la Audiencia Provincial no considera acreditados unos hechos supuestamente acaecidos hace más de 20 años.

Tal y como se refleja en la sentencia a la que ha tenido acceso este diario, el motivo por el cual los magistrados han decidido absolver al procesado es la inexactitud de fechas que plantean los relatos tanto de las denunciantes, como de otros familiares. Y es que las dos presuntas abusadas, que ahora tienen cerca de 30 años, hablaron de tocamientos e incluso una posible penetración en una primera vivienda familiar, antes de haberse mudado a otra casa; sin embargo, hubo contradicciones, a ojos del tribunal, acerca de cuándo se produjo esa mudanza --en fechas en las cuales el procesado tenía entre 17 y 18 años--. «Esta referencia temporal fundamental hubiera sido fácilmente demostrable de forma fehaciente y podía y debía haber sido determinada», sostienen los tres magistrados.

«El acusado cumplió la mayoría de edad en 1999 y nuestro enjuiciamiento debe referirse a los hechos que hubiese cometido a partir de dicha fecha», reza la Audiencia Provincial, que determina que «con independencia de las imprecisiones existentes acerca de en qué habrían consistido los abusos, hay un déficit esencial en la ubicación temporal de los mismos, que impiden determinar si se habrían cometido cuando el acusado había cumplido ya 18 años o con anterioridad».

El relato de ellas

Entre 1997 y 2001 las entonces menores se trasladaron a vivir con sus abuelos y su tío, ya que los padres eran toxicómanos y no se hacían cargo de su crianza. Según una de las hermanas, convivieron durante unos 15 años con su tío. «Yo siempre había tenido esto dentro de mí, pero cuando fui madre tuve que sacarlo, por miedo a que a mi hija le hiciera lo mismo», argumentó una de las denunciantes, quien ha hablado de «juegos sexuales», «frotamientos» e, incluso, una supuesta penetración en un trastero. 

«A veces me hacía subirme encima de él y se rozaba, pero lo del trastero es lo que más recuerdo. No puedo meterme en sitios así a día de hoy», afirmó la mujer, quien refirió ansiedad y falta de confianza en los demás y dijo ser consciente de que «es muy difícil denunciar después de tantos años». La afectada relató que, de adulta, siempre ha tenido problemas con las relaciones sexuales, relacionándolo con lo denunciado. «No he tenido un apoyo total en mi familia al contarlo. Mi abuela nunca me creyó y me dijo, directamente, que de ser verdad, sería porque yo también lo quería», apuntó entre lágrimas.

La otra hermana mostró problemas para recordar lo ocurrido. Afirmó tener «flashes» sobre «sexo oral», pero no pudo concretar más, a preguntas de la fiscal.

Por su parte, el hombre negó las imputaciones, incidiendo en que él es homosexual y está casado. El ahora absuelto atribuyó la denuncia a desavenencias familiares a cuenta de una herencia y es que la denuncia fue presentada a raíz de que el hombre iniciara acciones legales al recibir un mensaje de una de sus sobrinas en el que le llamaba pederasta.

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