Los usuarios de bicicletas de Vila-real, a través de la asociación Vila-real en Bici, proponen crear en el casco urbano una red de calles ciclables --es decir, con preferencia de circulación para bicis--, con el objetivo de garantizar la seguridad de quienes utilizan este medio de transporte ecológico y fomentar su uso entre los vecinos.

En total, la apuesta de Vila-real en Bici recoge una treintena de vías urbanas, que abarcan todos los sentidos de circulación, y que se ha trasladado a los responsables municipales para su estudio técnico y su inclusión en el plan que ultima la delegación de Medio Ambiente, en colaboración con las concejalías de Urbanismo y Seguridad Ciudadana, para completar una trama de calles ciclables y de carriles bici.

Un programa que, según explica el edil del área, Xus Sempere, se acometería por fases, aunque ligada a la disponibilidad económica del área en cada ejercicio. Aun así, Sempere confía en poder completar el proyecto “en esta legislatura, aunque la intención es llevar a cabo la iniciativa con consenso, de manera que si no podemos finalizarla hasta el 2015 que la sigan quienes estén en el nuevo equipo de gobierno, con independencia del signo político”.

Las calles que plantea Vila-real en Bici y que, en cierta medida, podrían entrar en los planteamientos del Ayuntamiento de Vila-real, son de las denominadas “tranquilas”, es decir, aquellas que por su trazado y amplitud invitan a desplazarse a no más de 30 kilómetros por hora, velocidad que la legislación establece como máxima en las vías ciclables.

Blasco Ibáñez, la Plana, Pietat, Vazquez de Mella, Polo de Bernabé, Joanot Martorell, la Vilavella, Crist de la Penitència, Aviador Franco, Santa Llúcia, Pare Espuig o Comte Albay son algunas de las vías urbanas susceptibles de tener un uso preferente para bicicletas, junto a avenidas como Grecia o Cedre, de mayor amplitud, aunque también poco rápidas. H