Hace algo un mes que la pequeña vila-realense Zoe Prieto Branchadell emprendió, junto a sus padres Abel y Laura, un viaje muy especial a los Estados Unidos. No ha sido un viaje de vacaciones o de placer, pero sí de emociones compartidas que, finalmente, acaba satisfactoriamente.

Y es que esta niña de 17 meses ha protagonizado una batalla única para conseguir crecer con salud y feliz. Zoe nació con una cardiopatía compleja para la que solo le dieron esperanzas de futuro en el Boston Children's Hospital. Pero 172.000 euros separaban el sueño de la realidad. Una cantidad de dinero que, gracias a la movilización solidaria de familiares, amigos, instituciones y la sociedad vila-realense en general se consiguió reunir en poco más de un mes. De hecho, Laura -con Zoe en brazos- envía un mensaje de agradecimiento a través de Mediterráneo.

Ahora, un mes después de partir hacia Boston en busca de esa realidad esperanzadora, Zoe regresa a Vila-real, tras el evidente éxito de la complicada operación a la que fue sometida y el milagro de su rápida recuperación. "Los médicos y el personal sanitario que la atendía estaban alucinados por lo bien que ha evolucionado en muy poco tiempo", explica su madre Laura a Mediterráneo.

Una intervención que, básicamente, consistió en "reunir todas las arterias colaterales y ramificaciones pulmonares que Zoe sí que tenía para colocárselas dentro de la arteria pulmonar, que le conectaron al corazón para, posteriormente, cerrar la pared de su corazoncito que separa los ventrículos", indica su progenitora.

Una dificultosa operación que la mantuvo 10 horas en el quirófano, pero que, como comenta Laura, "ha salido tan bien que ahora la niña no para de jugar y no se fatiga y tampoco se pone azul cuando llora". Y añade: Ahora no para de comer, abre la boca para todo lo que le demos, se come su plato y después todavía nos pide de los nuestros", afirma.

Durante este largo e intenso mes en Boston, Laura y Abel -y también Zoe, una vez salió del hospital- se han hospedado en un hotel, a escasos 10 minutos del centro sanitario, "para estar cerca en el caso de que tuviéramos que salir corriendo hacia allí".

El domingo por la noche se suben al avión que le trae de regreso a Vila-real, su localidad natal, a la que llegarán el lunes por la tarde.