La junta de gobierno del Ayuntamiento de Vila-real dio luz verde esta semana al calendario fiscal del ejercicio 2022. Es un instrumento de planificación de los ingresos que mantiene, según indican fuentes municipales, la «sensibilidad especial» con la situación económica para facilitar a la ciudadanía la flexibilidad en los pagos y ayudarles a hacer frente a sus obligaciones tributarias.
El fraccionamiento en cinco mensualidades de la contribución o la posibilidad de acogerse a planes de pago personales en casos específicos son algunas de las medidas que aplica el consistorio vila-realense.
Pero la ordenanza fiscal conserva también la bonificación del 95% del IBI a los inmuebles de organismos de investigación y universidades, la bonificación del 50% para los inmuebles destinados a alquiler de vivienda, siempre que el precio no supere los límites establecidos por la norma municipal, o una reducción del 95% para los inmuebles sujetos a actividades económicas declaradas de especial interés que decida el pleno municipal --medida pionera incorporada por el Ayuntamiento de Vila-real que permitió el año pasado bonificar el IBI a los locales donde se ubican negocios afectados por la pandemia--.
Estas políticas se suman a otras acciones de apoyo a las empresas, como la exoneración de la tasa de terrazas, por la cual el Ayuntamiento ha dejado de ingresar ya 360.000 euros y que sigue vigente en estos momentos, o la eliminación de la tasa de actividades, que supone unos 40.000 euros anuales.
"El fraccionamiento es un alivio para familias y empresas y garantiza la liquidez necesaria para los pagos municipales"
«La situación económica de las familias y empresas vila-realenses sigue siendo delicada, a consecuencia de la crisis derivada del covid, y por eso hemos decidido seguir manteniendo este año una serie de acciones de flexibilidad en los pagos, además de la exoneración de algunas tasas como la de terrazas, que mantenemos de momento, o la de actividades, que hemos eliminado recientemente», detalla el alcalde, José Benlloch.
En la misma línea, el también responsable de Hacienda recuerda: «Nos gustaría ser incluso más sensibles y poder ampliar el fraccionamiento o aplicar otras medidas, pero la situación económica municipal, fundamentalmente derivada del urbanismo y la deuda heredados del Partido Popular, lo hace completamente inviable, si queremos seguir prestando y mejorando la calidad de los servicios destinados a la ciudadanía».
«Con un gran esfuerzo para el departamento de gestión tributaria, mantenemos el fraccionamiento de la contribución, una medida que permite un cierto alivio a las familias y empresas en el pago de sus impuestos y garantiza la liquidez necesaria para hacer frente a los pagos municipales», señala Benlloch.
