Indignación, malestar y pena son los sentimientos que se respiran en el barrio del Hospital de Vila-real, al comprobar que la creación de arte que hace exactamente tres semanas se inauguró en la plaza existente entre la Biblioteca Universitària del Coneixement (BUC) y el colegio de Nuestra Señora de la Consolación presenta un destrozo casi total, después de que se hayan arrancado la mayor parte de azulejos que le daban color y forma. De la agresión a este elemento ya se hizo eco Mediterráneo el pasado 1 de febrero, aunque ahora ha ido a peor.
Un malestar que también ha trascendido a las redes sociales, acompañándose la información de un usuario con imágenes en las que se ve a niños jugando con las piezas de la escultura, en algunos casos, ante la pasividad de personas adultas que les acompañan.
Debate en las redes sociales
Y es en Facebook donde más comentarios se recogen a estos hechos. Así, al tiempo que unos critican la pasividad de los adultos mientras los pequeños arrancan azulejos, otros incluso responsabilizan al Ayuntamiento por colocar un elemento artístico, asegurando que «no parece una obra adecuada para estar a la intemperie por lo frágil y delicada que parece en la foto. En todo caso, los niños de la imagen están rompiendo algo roto (quizá roto desde el momento en el que a alguien se le ocurrió poner una obra así en la calle)».
El trabajo, realizado por los alumnos de la Escuela de Arte y Superior de Diseño (EASD), se inauguró el pasado 27 de enero al mediodía. «Por la tarde ya había piezas arrancadas del panel», aseguran desde el vecindario. Unos daños que, al parecer, continuaron durante algunas noches y también a plena luz del día.
Asociación de vecinos
Al respecto, el presidente de la asociación de vecinos del barrio del Hospital, Jesús Notari, califica de «lamentable» lo ocurrido, «porque la educación de los hijos cada vez se va más de las manos de los padres». Y también se muestra crítico con la ubicación de este elemento artístico por parte del Ayuntamiento, teniendo en cuenta que lo conforman piezas sensibles. «Es como poner una cucaña delante de un colegio», señala, y considera que «podría haberse colocado algún tipo de protección para evitar que nadie accediera a ella y la rompiera».
El elemento ubicado en el centro de la plaza de la BUC, que lleva por nombre Miratge, es fruto del convenio de colaboración del Ayuntamiento de Vila-real y la EASD. Es una propuesta de arte urbano --creada por los alumnos Nahuel Cócar, Carmen Martínez y Alessandra Rossi-- basada en el espejismo y la curiosidad que esta peculiar ilusión óptica recrea en cualquier espacio abierto.