El objetivo es echar una mano a los colectivos vecinales para «no perder el corazón de pueblo»

Vila-real facilitará trámites para impulsar las fiestas de los barrios

Benlloch propone crear una oficina para ayudar a las asociaciones y coorganizar las actividades

Foto de la cena en las fiestas del barrio del Crist de l’Hospital, el pasado septiembre, tras las celebraciones patronales.

Foto de la cena en las fiestas del barrio del Crist de l’Hospital, el pasado septiembre, tras las celebraciones patronales.

R. D. M.

El alcalde de Vila-real, José Benlloch, trabaja en varias iniciativas que permitirán aligerar los trámites y facilitar la organización de las actividades que las asociaciones organizan con motivo de sus fiestas de barrio y tradicionales, «reflejo de esa ciudad con corazón de pueblo que es Vila-real». 

«Somos conscientes de que las nuevas normativas y obligaciones para la organización de actos y la autorización de determinados eventos han provocado importantes distorsiones en la preparación de las fiestas por parte de nuestras entidades. Por eso, hace semanas que venimos trabajando en varias alternativas para agilizar estos procesos y, de esta manera, fortalecer e impulsar las fiestas en nuestros barrios», desgrana el primer edil, que remarca que estas actividades «forman parte de nuestra forma de ser, de nuestras tradiciones y de ese corazón de pueblo del que tan orgullosos nos sentimos», destaca. E incide en el compromiso del equipo de gobierno de «defender lo nuestro».

Dos escenarios

"Las fiestas de barrio son esencia del pueblo, generan colaboración y unión vecinal y nos ayudan a competir como ciudad en un mundo global como el que vivimos"

José Benlloch

— Alcalde de Vila-real

El primer edil baraja distintas fórmulas que den respuesta a los dos escenarios que se plantean. De una parte, las fiestas que promueven asociaciones constituidas como tales y, por tanto, con entidad jurídica para la contratación directa de seguros o la cumplimentación de otro tipo de trámites y, de otra parte, aquellas celebraciones fruto de la tradición popular que se han mantenido el tiempo gracias al trabajo desinteresado y voluntario. 

En el primero de los escenarios, el alcalde prevé la creación de una oficina especial de apoyo y asesoramiento a las entidades, que les ayude en los trámites administrativos necesarios para la autorización de las actividades. «Muchas veces, los nuevos requerimientos que establece la normativa para hacer posible la organización de actos han supuesto un plus de complejidad administrativa en la tramitación de las autorizaciones», razona Benlloch, por lo que plantea la creación de una oficina especial que acompañe a las entidades a la hora de solventar la burocracia que se requieren para conseguir los permisos.

«Una oficina especial para las fiestas de nuestros barrios con la que queremos, sobre todo, estar al lado de nuestros vecinos y garantizar la pervivencia y el impulso de las fiestas que organizan cada año las asociaciones», dice el alcalde.

Punto que pasará por el pleno

En aquellos casos en que las celebraciones no parten de una asociación formalmente constituida, la alternativa sería la de asumir desde el Ayuntamiento la coorganización de las fiestas. La propuesta, que llevará al pleno para su aprobación, contemplará la relación de festejos que se inscriben en esta categoría para facilitar así la obtención de los permisos. «Queremos estar al lado de nuestros barrios, de nuestras asociaciones, de todas esas personas que, de manera desinteresada, nos ayudan a que esta nueva Vila-real del siglo XXI no pierda jamás su corazón de pueblo, a través de las fiestas de calles, barrios y entidades», destaca.

«Esa nueva Vila-real del siglo XXI que mira al futuro y crece para convertirse en ciudad, pero sin olvidar sus orígenes, de dónde viene como mejor forma de saber a dónde vamos. Las fiestas de barrio son esencia del pueblo, del corazón, que generan colaboración, unión entre los vecinos y esto nos ayuda a la ciudad más pequeña de España y de la Comunitat mayor de 50.000 habitantes a competir en un mundo global como el que vivimos», concluye Benlloch. 

Suscríbete para seguir leyendo