VILLARREAL CF

Villarreal CF | Del "Quique, vete ya" a ser un serio aspirante a la Champions League

El técnico cántabro ha estado subido en una montaña rusa en los seis meses que dirige al equipo 'groguet'

El entrenador del Villarreal, Quique Setién, sonriente, durante un entrenamiento en la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza de la actual temporada.

El entrenador del Villarreal, Quique Setién, sonriente, durante un entrenamiento en la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza de la actual temporada. / Villarreal CF

Hay gente que cae de pie a su llegada a un sitio y otros que no. Quique Setién es un claro ejemplo de los últimos desde que aterrizó en el Villarreal hace cinco meses y medio. Fue la gran víctima colateral de la inesperada fuga de Unai Emery al Aston Villa cuando se había diseñado un proyecto a su imagen y semejanza o, más bien, con sus ideas, filias y fobias. No había tenido tiempo apenas de enlazar tres entrenamientos seguidos y, casi sin conocer a sus jugadores, cuando ya tuvo que escuchar a los diez días de asumir el cargo un doloroso, a la vez que ruidoso, «Quique, vete ya» después de una dura derrota ante el Mallorca en el Ciutat de València de la afición grogueta. Ya había perdido ante el Athletic (1-0) en su debut liguero, tras dos tropiezos en la Conference donde ya era campeón de su grupo. 

Y llegó un balsámico parón por el Mundial en el que el Submarino dio muestras de recuperación y enero fue un buen mes para el técnico cántabro. Parecía que la tormenta se disipaba, hasta que llegó un fatídico mes de febrero y el regreso de las sensaciones de que Setién volvía a subirse en una montaña rusa con bruscas subidas y bajadas de vértigo. Lo cierto es que salvo la derrota humillante en Elche (3-1) y la goleada en Mallorca, donde el entrenador cántabro no supo manejar el partido con su equipo con 10 desde los inicios del choque, el Villarreal no transmitió malas sensaciones. 

Idas y venidas

Pero Setién volvía a despertar el runrún de la grada, a la vez que las dudas, seguramente hasta en el propio presidente Fernando Roig, pero la calma imperó y se le dio toda la confianza, también valorando que el equipo había estado muy mermado por las lesiones de futbolistas muy importantes. Además, el plantel generaba muchas ocasiones, pero la falta de acierto era un lastre.

Y en el mes de marzo el Villarreal se subió otra vez a la montaña rusa, pero esta vez mirando hacia arriba. Llegaron las victorias ante Getafe, Almería, Osasuna, Real Sociedad y un empate inmerecido ante el Betis al que se le pudo ganar holgadamente. Y la explosión ante el Real Madrid. Del «Quique, vete ya» se pasó a ser un serio candidato a disputar la próxima Champions, puesto que la cuarta plaza está solamente a cuatro puntos con el coeficiente particular a favor con los donostiarras. Y, lo que es mejor, con la clasificación para un torneo continental casi asegurada, vía Europa League o Conference.

El precedente de Calleja

Su caso parece semejante al de Javi Calleja cuando concluyó quinto LaLiga y no fue renovado al haberse apostado ya por Unai Emery. Todavía quedan 10 jornadas del torneo doméstico, pero el buen momento de forma del equipo contagia optimismo, sobre todo porque los jugadores importantes han recuperado su mejor nivel, pese a la baja de Gerard Moreno.

En el haber de Setién se sitúa su apuesta por la cantera y postularse como un técnico de mejor rendimiento a largo que a corto plazo. Su juego vistoso y ofensivo se ajusta a la genética del Villarreal, además de haber revalorizado a futbolistas como Samu Chukwueze, Yeremy Pino o Ramón Terrats, sacando también un mejor rendimiento de hombres como Mandi, Cuenca o Alfonso Pedraza en su regreso tras su lesión. Pero lo más importante, al margen de los aspectos individuales, ha sido la progresión en el juego defensivo y la competitividad del bloque. Ha costado, pero el Villarreal dejó de jugar a la ruleta rusa para ser más fiable. Por lo menos en el último mes y medio.

En el debe de Setién, la traumática eliminación de la Conference ante el Anderlecht, aunque ésta llegara por la absoluta ceguera cara al gol. Y las lesiones también se pusieron en su camino hasta debilitar demasiado al Villarreal.  

No ha sido fácil pero poco a poco ha ido superando las reticencias del vestuario a su forma de trabajo, dentro de un grupo que estaba muy habituado a la minuciosidad de Emery, con sus pros y sus contras. La transición y el cambio de modelo fue otro de los obstáculos que tuvo que superar Setién. Ahora el reto del técnico, que también ha sabido reconducir su método y hacerlo más competitivo sin perder su esencia, es meter al Villarreal en la Champions. Sería un éxito deportivo y una gran solución económica. 

Luego, Fernando Roig tendrá que deshojar la margarita respecto al futuro del Submarino. En este tiempo ya se han asociado varios nombres al banquillo del Estadio de la Cerámica como Iraola (Rayo), Míchel (Girona) e, incluso, Marcelo Gallardo, ex de River Plate. De momento, tan sólo son rumores en el entorno. 

Con Setién, el Villarreal sería tercero en LaLiga

Unai Emery dejó al Villarreal en la jornada número 11, situado en la séptima posición, con 18 puntos, 14 goles a favor y 7 en contra. Después de 17 jornadas con Quique Setién, el equipo amarillo es quinto y ha sumado 29 puntos más, con un balance de goles de 23 a favor y 19 en contra. El promedio del cántabro es de 1,7 por partido, por los 1,6 de Emery. 

Donde las diferencias son más ostensibles son en las clasificaciones parciales de uno y otro técnico. Con Setién, el Villarreal sería tercero en LaLiga, después del Barça (44 puntos) y el Atlético (34) , empatado con la Real --ambos con 29 puntos-- y por delante del Madrid, a quien ha ganado sus dos partidos en Liga y estuvo a punto de eliminarlo de Copa con un 2-0 a favor, que tendría un punto menos que los amarillos en esas 17 jornadas con Setién.

Suscríbete para seguir leyendo