VILLARREAL CF

La crónica | El Villarreal se duerme en Mestalla y regala un punto al Valencia (1-1)

El equipo de Quique Setién no aprovecha su superioridad en la primera mitad y su ventaja en el marcador y ve como el conjunto local le iguala empujado por Mestalla

Los jugadores del Villarreal felicitan a Nico Jackson al anotar el 0-1 ante el Valencia.

Los jugadores del Villarreal felicitan a Nico Jackson al anotar el 0-1 ante el Valencia. / Manuel Bruque

Ismael Mateu

Ismael Mateu

Pocas veces el Villarreal tendrá una ocasión tan cómoda para ganar en Mestalla. Este miércoles, el Submarino se ha dejado casi todas sus opciones de seguir peleando por la Champions tras perdonarle la vida al Valencia en el coliseo Che. La enésima siesta de la temporada le costó el triunfo al equipo de Setién, que no aprovechó su superioridad en la primera mitad y su ventaja en la segunda para noquear a un rival herido de muerte. El 1-1 deja un mal sabor de boca, especialmente por la vulnerabilidad tras el descanso.

Era una jornada de las grandes. Jugar en Mestalla siempre es especial, más si cabe cuando se trata del derbi autonómico más importante del siglo XXI. Pero rivalidades al margen, incluso dejando a un lado la venganza por el descenso en el feudo valencianista del 2012, el partido tenía mucho en disputa. Los locales necesitaban los puntos para no verse más ahogados si cabe, con la Segunda División en el horizonte, mientras que los groguets debían seguir forzando a la Real Sociedad en esa pugna por la zona Champions.

Álex Baena, durante el derbi entre Villarreal y Valencia de Mestalla.

Álex Baena, durante el derbi entre Villarreal y Valencia de Mestalla. / Manuel Bruque

Consciente de la importancia de los puntos Quique Setién realizó algunos retoques, de jugadores habituales, para darle fortaleza al equipo. El bloque fue el mismo que ante Espanyol y Celta, pero con los refrescos de Raúl Albiol en la zaga, por Mandi, Pedraza por Alberto Moreno en el lateral zurdo, y Terrats y Álex Baena por Capoue y Gio Lo Celso en la medular, aunque el argentino no se llegó a vestir aquejado de problemas físicos que ya provocaron su sustitución al descanso del duelo del pasado domingo ante los celtiñas.

Dominio amarillo

El primer acto arrancó como la clasificación, con un Villarreal acaparador y enormemente superior. El esférico fue groguet y la intensidad de los de Setién invitaba al optimismo. En un duelo de máxima exigencia y en el que el público estaba crispado y el ambiente muy caldeado, los futbolistas del Submarino le pusieron la intensidad y la marcha al juego que correspondía.

El Valencia se dedicaba a verlas venir, empequeñecido y persiguiendo sombras... y el balón. Si los Villa, Silva, Albelda, Carboni y compañía levantaran la cabeza...

Vendaval amarillo

A los once minutos de juego, los amarillos habían gozado de cuatro claras ocasiones. Jackson la mandaba al palo a los tres minutos, enmudeciendo a un Mestalla que perecía un tanatorio un minuto después, cuando Álex Baena fallaba un penalti en movimiento, mandándole el balón a las manos de un Mamardashvili que, en el cinco, condicionado por la presión amarilla, controlaba mal un balón que se iba a córner. Por suerte para los Che, el georgiano no estaba alineado con su portería, o hubiera sido el 0-1. Se resarcía el meta valencianista a los 11 de partido con un paradón de foto a trallazo de un inspirado Jackson.

Rubén Baraja, entrenador del Valencia, hubiera pedido tiempo muerto, porque su equipo estaba en la lona, pero por desgracia para él, esto no es baloncesto.

Nico Jackson, durante el derbi entre Villarreal y Valencia de Mestalla.

Nico Jackson, durante el derbi entre Villarreal y Valencia de Mestalla. / AFP7 vía Europa Press

Tanta era la superioridad amarilla que el propio Submarino se relajó, o al menos esa es la impresión que dio, porque en la media hora final de la primera mitad, los amarillos sestearon, con un ritmo de juego muy lento y con un Parejo que distó del director de orquesta que nos tiene acostumbrados.

Al descanso se llegaba con un susto de Cavani en forma de cabezazo, pero no acertó entre palos. El Valencia se marchaba vivo.

Bajón, gol y sufrimiento

La segunda mitad fue otra bien distinta. Los amarillos siguieron con ese ritmo cansino que ha ofrecido esta temporada en muchas salidas y el conjunto Che salió enrabietado.

A la casta y al orgullo, a eso solo podía apelar el Valencia, ya que en calidad, al menos comparada con el Villarreal, está a años luz.

Pero a base de raza y con Mestalla que pisó el acelerador en cuanto a apretar y generar un ambiente hostil, los locales pusieron en los cinco primeros minutos contra las cuerdas al Submarino, pero ni Lino ni Diego López acertaron.

Errores que aprovechó el Villarreal para ajusticiar a un equipo valencianista inmerso en esas dinámicas de los equipos de abajo, que si perdona le matan al instante. Jackson se anticipó a la zaga rival en un balón aéreo que bajó para fusilar a Mamardashvili a la hora de juego. Mestalla enmudecía con el 0-1 que revivía a los groguets.

Y cuando mejor pintaba la cosa, volvió la siesta, la enésima de la temporada y en la media hora final del segundo acto el Villarreal volvió a sufrir: a Cavani le anulaban un gol, Diego López fallaba sin portero y una pérdida de Parejo en la frontal le costaba el 1-1 al Submarino obra de Lino.

Mestalla estallaba de júbilo a falta de 20 minutos y luego de rabia, en el descuento, cuando le anulaban en el 93 un gol al joven Diego López. Punto insuficiente para la Champions para un Submarino que tuvo dos caras y regaló un empate en Mestalla.

La ficha técnica del partido

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