La crónica | El Villarreal puede con el calor, el cansancio y las trampas de Aguirre (0-1)

Jugar el 18 de agosto en España, y más en una isla, tiene muchos inconvenientes. El calor, la humedad y el cansancio acumulado de la pretemporada son factores que condicionan a los futbolistas... Si a ello le añadimos que el rival te plantea un partido lleno de minas, el encuentro se convierte en una auténtica odisea. El Mallorca de el Vasco Aguirre jugó a que no pasara nada y a esperar un fallo del Villarreal, pero el equipo de Quique Setién tiró de oficio y, en un partido discreto, supo lograr la primera victoria de la temporada, gracias a un inteligente gol de Gerard Moreno, dando un triunfo balsámico.

El técnico groguet, pese a su aparente normalidad en los prolegómenos del choque, realizó tres variaciones en el once, una de ellas obligada por la lesión de Alberto Moreno, junto a una variación de posición. Sin dejar su inquebrantable 4-3-3, el cántabro dio continuidad al bloque que perdió ante el Real Betis, volvió a contar con Jörgensen en la portería, apostó por Gabbia en el eje de la zaga, ante unas molestias de Mandi en un hombro; Pedraza reemplazó al citado Alberto Moreno en el lateral izquierdo; y retrasó a Álex Baena a la medular, en detrimento de Santi Comesaña, para dar entrada a Brerenton Díaz y generar el tridente formado por el anglo-chileno, Gerard Moreno y Sortloth.

Domino amarillo

El propósito de los groguets desde el inicio era adueñarse del balón para controlar el esférico y el partido, y así fue, especialmente porque el rival le concedió el campo al Submarino, un Mallorca con cinco defensas y cuatro centrocampistas, que se dedicó a esperar al Villarreal y esperar el fallo de los de Setién.

Los bermellones frenaron todo intento de ataque de un Submarino lento y previsible, en una primera mitad en la que solo dos arreones de Álex Baena pusieron en peligro al meta Rajkovic, solo una de ellas entre los tres palos, que llegó en el minuto 39, el único disparo a puerta de ambos equipos en un período soporífero y en el que los jugadores notaron el calor sofocante.

Mejor dinámica

Con otro aire encaró el Villarreal el segundo acto ante un contrincante que no varió su hoja de ruta: pérdidas de tiempo, frenar a los amarillos con falta y buscar la contra, el libro de estilo de el Vasco Aguirre, que le funcionó a medias. 

A medias porque hasta la hora de juego el fútbol destructivo del Mallorca funcionó, pero una acción a balón parado cambió el signo del partido en el minuto 62. Baena centraba tras la salida de un córner al área, peinaba Sorloth, cuyo toque rebotaba en Muriqi y se convertía en un peligrosísimo remate que Rajkovic salvaba en la línea, pero que Gerard Moreno introducía en el marco rival.

Un gol inesperado en un partido de 0-0 que obligó a Aguirre a variar su dibujo, dando entrada al canadiense Larin, a lo que contrarrestó Setién poniendo músculo en el centro del campo con Capoue y Comesaña, junto al talento de Denis Suárez y el joven Ilias Akhomach.

Con el Mallorca necesitado y un Submarino más fresco, los amarillos aprovecharon cada robo para inquietar la meta local, aunque Rajkovic solo tuvo que intervenir en otro rechace que se colaba tras disparo de Baena.

Un cansado Villarreal logró su primera victoria de la temporada en un partido en el que tiró de oficio y supo no caer en la trampa del Mallorca de el Vasco Aguirre. 

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