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La paradoja de estar vacunado pero que tu pasaporte covid no sirva

Centenares de migrantes recién llegados y turistas de fuera de la UE quedan damnificados porque las máquinas no reconocen sus certificados

La paradoja de estar vacunado pero que tu pasaporte covid no sirvaMANOLO NEBOT

Has entrado en España a través de un aeropuerto y las autoridades del país han validado tu certificado de vacunación contra la covid. Dejas tus maletas y vas a celebrar que has conseguido llegar a València, la ciudad donde vas a migrar o a la que has llegado para pasar las vacaciones navideñas y de Reyes. Sabes que hace poco se implantó la obligación del pasaporte covid en restaurantes y locales de ocio, así que coges el folio con tu pasaporte covid o te aseguras de que tu teléfono móvil tiene la batería suficiente como para poder mostrarlo, si es que lo tienes guardado ahí. Llegas al local para cenar, un empleado revisa tu certificado y, sorpresa, salta el color rojo e indica «inválido».

Liu Haili, en la sede del Centro de Cultura China de València.

Esa es la irónica —e incómoda— escena que se encuentran centenares de extranjeros extracomunitarios desde que entró en vigor el pasaporte covid en la Comunitat Valenciana. Están vacunados, así que en teoría cumplen con los requisitos que marca la administración, pero los lectores de QR de los que disponen los establecimientos que piden pasaporte covid solo reconocen aquellos documentos emitidos en la Unión Europea y algunos estados que se han adherido al mismo modelo. Sin embargo, fuera de esos terceros países están lugares como Reino Unido y Estados Unidos. Tampoco están en la lista los países de Latinoamérica y China, desde donde llegan tanto turistas como migrantes.

«Dejan entrar a mi mamá desde Colombia en el aeropuerto de Madrid-Barajas pero no la dejan entrar en un pinche local», se queja Gloria justo tras serle rechazada la entrada a su madre en un restaurante de comida rápida de la Plaza del Ayuntamiento de València. No entiende los motivos pese a las explicaciones del trabajador del local, que les dice que le ha estado pasando lo mismo estos días, sobre todo con turistas británicos. No les vale su código porque el certificado de la madre, Amparo, se ha emitido en Colombia. Seguirán buscando un sitio para comer. Sus opciones se reduce a bares pequeños —por ahora— y a las terrazas.

«Si fuera con un chaval, no pasaría nada por almorzar en una terraza, pero voy con una persona mayor», dice Gloria a Levante-EMV.

Sin solución

La estadounidense Linda Casanova, residente en València desde hace 50 años, recibió estas navidades por primera vez en cuatro años a su hijo y su nuera. Ellos se inmunizaron en Estados Unidos y, aunque sus vacunas son de los mismos proveedores que las que se ponen en España, se ven en la paradoja de que su certificado no sirve. «El problema es que están tratando a los vacunados como a la gente que no se ha vacunado», expone Linda. Reclama que se apliquen soluciones como la de Francia, donde se puede obtener una equivalencia en farmacias.

Ella buceó en foros de extranjeros en València y averiguó que muchas personas están en la misma situación. Dos de ellos son Mike y Ben, un matrimonio de jubilados neoyorquinos que buscan establecerse aquí. «Por lo menos, la gente de los restaurantes que nos ha explicado lo que pasa ha sido muy simpática, así que no ha cambiado nuestra visión sobre mudarnos aquí», asegura Mike. «¡Tenemos hasta la dosis de refuerzo y no podemos entrar!», comenta entre risas, pero confía en que se solucione pronto.

Este diario consultó a la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública sobre este problema pero no obtuvo respuesta.

Afectados por partida doble

La comunidad china, con 32.000 miembros en València y el área metropolitana, es una de las que dio la voz de alarma. En el último año, 398 personas han llegado a la C. Valenciana desde ese país asiático para residir y tenían certificados de vacunación que no solo no eran comunitarios sino que pertenecen a vacunas que no se administran en España y no están aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento, como Sinopharm y Sinovac. La OMS sí las ha aprobado para emergencias.

El Centro de Cultura China de València ha asesorado estos días a cerca de 150 personas cuyos certificados covid no son válidos para acceder a los lugares que lo piden. «Pienso que esto es normal porque es el principio de la norma, pero tienen que pensar en nosotros también», asegura la directora del centro, Kandy Wang. «Ahora viene el Año Nuevo Chino. Nosotros también celebramos. Esto tiene que solucionarse», recalca Wang. Por su parte, el presidente de esa misma entidad, Haili Liu, añade «la gente que está trabajando en sus restaurantes está preocupada por si algún inspector va», afirma. Es el doble problema de la comunidad china, con gran presencia justamente en el sector en el que se ven damnificados. Liu afirma que ellos sí se han reunido con la conselleria y que les han prometido «avisar a la asociación de hostelería de la Comunitat Valenciana» para resolver la situación.

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