Un grupo de eurodiputados españoles de diferentes grupos políticos mantuvieron ayer un encuentro con el comisario europeo de pesca, Virginijus Sinkevicius, con la finalidad de expresar su preocupación por el futuro del sector en la zona mediterránea. Las decisiones adoptadas por la Unión Europea para regenerar los caladeros se limitan a reducir el número de jornadas de pesca para las embarcaciones de arrastre, lo que limita sus posibilidades de sostenibilidad económica.
Tal y como ya informó Mediterráneo el 4 de febrero, los parlamentarios remitieron una carta para indicar que las recientes reducciones de los días de esfuerzo, que en los últimos años han alcanzado el 30%, «están poniendo al límite» al sistema pesquero, y le solicitaron evaluar otras opciones.
Pese a ello, el comisario se ha mostrado «insensible» ante el futuro del sector, señaló la diputada socialista Clara Aguilera, al negarse a realizar una evaluación intermedia para identificar el resultado de las medidas que se han implementado para mejorar del estado de los recursos pesqueros zonas como Castellón. «Es posible que con estas medidas recuperemos la pesca, pero puede que para dentro de tres años ya no haya pescadores», afirmó la eurodiputada.
Ante la postura del responsable de Pesca de la UE, los parlamentarios manifestaron su objetivo de sacar adelante iniciativas parlamentarias que puedan solventar esta situación».
Sin calendario
Además del perjuicio de las decisiones comunitarias, las cofradías de la provincia lamentan que, transcurridos más de dos meses desde el inicio de este año, aún no esté fijado el calendario concreto de días en los que el arrastre podrá salir a la mar. Los armadores necesitan conocer la cantidad de fechas para hacer una planificación. La reducción en este 2022 se sitúa en el 6%.
A esta preocupación de los pescadores se une el fuerte impacto del aumento del precio de los carburantes, que en estos momentos, según los datos de la interfederativa Coincopesca, alcanzan el 80% de todos sus gastos. Una barca de arrastre de tamaño medio tiene en la actualidad un coste en combustible de 700 a 1.100 euros diarios, mientras que el precio del pescado va a la baja. Una circunstancia «que ahoga a la pesca profesional», añade la entidad. Por este motivo hubo un paro del sector en el año 2005.
