Un grupo de estudiantes del nivel C1 de valencià la Escuela Oficial de Idiomas de Castellón ha denunciado la «total escabechina» que se ha producido en la convocatoria de este año. Según explican, muchos llevan años intentando sacar el C1 de valenciano, y el certificado, para muchos, se ha convertido en una auténtica pesadilla debido al «insuperable nivel» exigido en la prueba.

Preparación

Señalan, además, que si esta exigencia se mantiene, al menos que desde la EOI se prepare bien a los alumnos, ya que, a juicio de ellos, «no ha habido una preparación acorde con las pruebas» unificadas de certificación (PUC).

 Añaden que «si segundo de Bachiller se dedica a preparar a los alumnos para la selectividad (EBAU), las clases del C1 ¿no deberían prepararnos para las PUC?». «Hemos aprendido gramática y adquirido conocimientos, pero no nos sentimos preparados para las PUC, al menos tal y como han sido este año. Solo hay que echarle un vistazo a los resultados». «Exigimos que los profesores sepan para lo que nos tienen que preparar, lo sepan hacer y lo hagan bien. Hemos asistido a clase 4 horas todas las semanas, más el trabajo en casa... ¿para qué?», se preguntan.

A su juicio, la función para la que se creó queda bien lejos de la exigencia requerida. Hay que recordar que bastantes de las personas que se presentan al C1 lo hacen para muchos puestos de la administración pública.

Calor infrahumano en las PUC

Además, rememoran las condiciones en las que se realizan las pruebas, «con horas de examen interminables, calor infrahumano y las tablas para realizarlo».

«Entendemos los intereses para que la lengua no se quede en desuso y se pierda, pero es necesario poner más facilidades, que nos preparen para lo que nos vamos a encontrar el día del examen», dicen. «Estamos tristes, decepcionados. Algo ha de cambiar», manifiestan. «Nos está costando tanto que al final ya no nos resulta bonito, nos ahoga y nos angustia».

La respuesta de Conselleria

La Conselleria manifiesta no tener constancia de que este año haya un volumen superior de quejas ni tampoco dispone de estadísticas. Señalan que no intervienen en la evaluación y que los conocimientos y competencias necesarias están claramente recogidos en la normativa.