El gasóleo se dispara y asfixia de nuevo a los transportistas de Castellón

El gasóleo vuelve a ser un quebradero de cabeza para las 2.500 empresas y autónomos del transporte de Castellón. Y eso que cada vez que estos profesionales llenan el depósito reciben una ayuda de 10 céntimos por litro. No obstante, la fuerte subida que ha experimentado el combustible durante este verano está provocando que al sector empiecen a no salirle los números. «Las empresas temen volver a trabajar por debajo de los costes de sus operativas por lo que es necesario que se prorrogue y amplíe la bonificación», defiende Carlos García, secretario general de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET). 

Pese a que el gasóleo profesional se encuentra bonificado, el precio del combustible ha aumentado tanto en las últimas semanas que prácticamente se ha comido la ayuda oficial. Un par de datos basta para entenderlo. En estos momentos, el diésel cotiza en las estaciones de servicio de Castellón a una media de 1,630 euros, un 12% más que a principios del mes de julio, cuando el coste era de 1,455 euros. Y eso significa que llenar el depósito de un tráiler (unos 900 litros) cuesta 1.467 euros (1.377 si se aplica la bonificación del Gobierno), mientras que hace ocho semanas valía 1.309 euros (1,219 con la ayuda del Gobierno). O lo que es lo mismo: un sobrecoste para el profesional de 158 euros.

Con los precios actuales los transportistas consideran «insuficiente» la actual bonificación y, además, auguran que lo peor está por venir. A partir del 1 de octubre y hasta final de año la ayuda bajará a 5 céntimos por litro, de ahí que el sector pida más. «De nuevo nos encontramos en plena escalada de precios del combustible, con cifras similares a cuando estalló la guerra de Ucrania. Por ello, y hasta que se estabilice la situación, necesitamos que se prorroguen las ayudas y que se intensifiquen hasta llegar a los 20 céntimos por litro», argumenta García.

Para una empresa de transportes el combustible supone más del 30% de sus costes directos y el sector avisa de las consecuencias de una nueva subida de los precios. «Todo indica que el gasóleo seguirá incrementándose en los próximos meses y, si continúa creciendo, las empresas podrían paralizar sus operativas al no ser rentables y verse gravemente afectadas, especialmente aquellas que no tengan músculo financiero suficiente», añade el responsable de FVET.

Con el gasóleo por las nubes (el diésel no alcanzaba esos valores desde el pasado mes de febrero) y los márgenes empresariales por los suelos, los transportistas de la Comunitat insisten en que no piensan quedarse con los brazos cruzados. La Federación Valenciana ya ha anunciado que en los próximos días trasladará esta demanda al Ejecutivo, «una petición a la que se están sumando otras organizaciones sectoriales tanto provinciales como autonómicas», añade García que espera que el Gobierno central atienda las demandas del sector. 

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