La sangría de oficinas bancarias sigue en Castellón con un cierre cada 30 días

Doce sedes más han cesado en su actividad entre junio de 2022 y ese mes de este año

 La provincia ha perdido ya el 70% de sus sucursales desde el máximo histórico

Una de las múltiples oficinas que han cerrado sus puertas en la provincia de Castellón desde que se alcanzara el máximo en 2008, en una imagen de archivo.

Una de las múltiples oficinas que han cerrado sus puertas en la provincia de Castellón desde que se alcanzara el máximo en 2008, en una imagen de archivo. / Mediterráneo

Maribel Amoriza

Maribel Amoriza

El ya exiguo listado de oficinas bancarias de Castellón continúa mermando. El último informe emitido por el Banco de España sobre el número de sucursales que mantienen su actividad reduce el número de nuevo, de manera que se queda en apenas 202 para una población que supera las 600.000 personas. Esta cifra representa un 70% menos que el máximo historico de sedes de bancos y cajas de ahorro con el que llegó a contar el territorio provincial.

Ese techo que tan lejos se encuentra en estos momentos se registró en septiembre de 2008, cuando las oficinas eran más del triple, un total de 684.

A la vista de la evolución de estos datos, en los que una provincia como Castellón, con 135 municipios, apenas tiene 202 sucursales bancarias, la conclusión es que se acelera la evolución hacia la digitalización completa de los servicios bancarios de entidades que, finalmente, solo contarán con sedes físicas en las principales poblaciones por tamaño, una tendencia que ya ocurre en un territorio en el que el grueso de la población se concentra en un puñado de municipios, además de la capital, Castelló de la Plana.

El resultado, como ha venido dando cuenta Mediterráneo, es que en el interior, en los pueblos más pequeños, el acceso a esos servicios bancarios se acerca a la inexistencia, cubierto únicamente y de manera parcial por oficinas itinerantes y, desde hace relativamente poco tiempo, por cajeros rurales, que excluyen el trato personal y determinadas operaciones, habilitados con el respaldo de la administración pública.

Ha sido a través de un convenio de la Generalitat valenciana con Caixabank, por el que, con una inversión pública de 7,8 millones de euros, ha beneficiado a más de 12.000 personas en la provincia de Castellón, donde se han instalado 52 cajeros; a alrededor de 40.000 en la provincia de Valencia, con la puesta en marcha de 56 cajeros, y a más de 9.200 personas en la provincia de Alicante, con 20 cajeros. 

Cada vez más difícil

El hecho es que encontrar una oficina bancaria en la provincia es cada vez más difícil y en el conjunto del país la situación no es mucho mejor. En 2022, las principales entidades españolas redujeron su red de oficinas en 1.360, hasta situarlas en 10.500 a cierre de diciembre. Además, terminaron el año con una plantilla cercana a los 120.600 trabajadores, 5.800 empleados menos en 2021.

El número de cajeros desplegados por todo el país también ha adelgazado: de superar las 60.000 unidades a contar actualmente con cerca de 47.600, un 21% por debajo de la cifra que se registraba antes de la crisis inmobiliaria que arrancó en el año 2008. En esta misma línea, las operaciones de retirada de efectivo han bajado un 35% durante este período, hasta moverse en torno a los 652,8 millones de movimientos anuales de este tipo, según datos proporcionados por el Banco de España.

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