Fin de los patinetes en el tren: "Es un fastidio. Lo necesito a diario para ir de Castelló a València"

Los usuarios de este tipo de vehículos muestran su rechazo a la decisión de Renfe que entrará en vigor en 12 de diciembre

Los usuarios de patinetes eléctricos, contra la medida de Renfe de estar estos vehículos en los trenes.

Los usuarios de patinetes eléctricos, contra la medida de Renfe de estar estos vehículos en los trenes. / ERIK PRADAS

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Renfe ha acordado la prohibición del acceso de patinetes eléctricos en todos sus trenes de viajeros. La medida, que entrará en vigor el próximo 12 de diciembre y viene fundamentada por incidentes registrados en distintos trenes con las baterías de estos vehículos de movilidad personal, no ha gustado nada a las decenas de personas que a diario utilizan estos dos medios de transporte y que, en el caso de Castellón, lo hacen sobre todo para viajar desde València a Castelló o viceversa. Todos van a tener que cambiar de hábitos, buscar otras alternativas de transporte o incluso madrugar un poco más.

Entre los muchos afectados por la decisión de Renfe está Boris Mir, un joven de Castelló que a diario utiliza la línea de Cercanías y su patinete eléctrico para viajar desde la capital de la Plana a su centro de estudio en València. "Me van a fastidiar y no poco. Me bajo en la estación del Norte de València y desde allí voy en patinete a estudiar, ya que está bastante lejos. No lo entiendo. Prohiben el patinete porque puede explotar y no la bici eléctrica, que también lleva una batería", argumenta. 

Carles Chiva, que de lunes a viernes hace uso del tren y del patinete para desplazarse desde su Sagunt natal a la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló, aún no tiene claro qué hará a partir del día 12. "Desde mi casa a la estación tengo media hora. Hasta ahora iba en patinete, pero cuando lo prohiban tendré que buscarme la vida", apunta. Y entre las opciones que baraja está coger la moto. "No me va a quedar otra que ir en moto hasta la estación de Sagunt y, una vez en Castelló, coger el Bicicas hasta la facultad», explica este estudiante de Ingeniería Mecánica.

Un transporte cada vez más popular

Para Angélica Collado, el veto al patinete eléctrico también supondrá un revés. Esta estudiante, que también reside en Sagunt, lo utiliza a diario para desplazarse desde la estación de Castelló al Hospital General, donde realiza el MIR. "Cuando entre en vigor la prohibición, para mi será fatal. A veces el tren llega tarde a Castelló y con el patinete no dependes de nadie", cuenta. Como solución, Angélica contempla dos opciones. "Me desplazaré en Bicicas o en taxi, ya veremos", añade.

Quien tampoco oculta su malestar es Héctor Mosquera, que usa a diario el patinete para ir a trabajar como camarero. «Con esta decisión se va a perjudicar a mucha gente, ya que cada vez somos más los que usamos el patinete para desplazarnos».

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