Renfe sigue siendo la única opción en la provincia

Castellón vive ajena al ‘boom’ de la alta velocidad al esquivar la liberalización

Los castellonenses pagan cinco veces más por ir a Madrid que los valencianos

La implantación de nuevos operadores dispara usuarios y oferta en otros destinos

Castelló cuenta, más allá de las interrupciones por obras, con servicio de AVE desde enero del 2018.

Castelló cuenta, más allá de las interrupciones por obras, con servicio de AVE desde enero del 2018. / GABRIEL UTIEL

Iván Checa

Iván Checa

El lunes 22 de enero del 2018 hacía su entrada en la estación de Castelló el primer tren AVE procedente de Madrid operado por Renfe con una frecuencia de dos circulaciones diarias por sentido utilizando el tercer hilo. Seis años después, a diferencia de otros trayectos, todo sigue igual.

Castellón vive ajena todavía a la liberalización ferroviaria, en contraste con las otras dos provincias de la Comunitat Valenciana o de la vecina Tarragona. ¿Y que es eso de la liberalización? Pues que como ocurre a la hora de tomar un avión existan diversas compañías ofreciendo su servicio.

Los efectos: bolsillo y tráficos

Ouigo, Iryo o Avlo, la marca de bajo coste de Renfe, completan el abanico de opciones disponibles a nivel nacional. En cambio, los trenes operados por la sociedad mercantil estatal Renfe bajo la marca AVE siguen siendo la única opción a la hora de viajar a Madrid desde Castelló o al revés en alta velocidad.  

Entonces, de forma obvia, la pregunta evidente que surge ahora pasa por saber cuáles son los efectos prácticos para un usuario del ferrocarril de la liberalización. Para viajar el primer paso es comprar el billete y aquí es el bolsillo el que nota la existencia de competencia. Observando los precios a un mes vista entre la capital de la Plana y Madrid(o viceversa) el asiento más básico y con la tarifa menos flexible ronda los 50 euros

Dicho importe es alrededor de cinco veces superior de lo que paga un valenciano por viajar desde la capital del Turia hasta la capital del Estado, ya que allí se pueden encontrar billetes a partir de nueve euros. Ocurre lo mismo para los alicantinos que se desplacen entre su capital y Madrid.

Más allá de las cuestiones económicas, está sobre la mesa el crecimiento de la oferta. La implantación de los dos nuevos operadores en la línea de alta velocidad a la Comunitat conllevó, en su día, un incremento de tráficos del 76%, según datos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Los tráficos en Castellón se mantienen invariables desde la llegada del AVE.

Más demanda

Y, por último, las consecuencias atañen a la demanda. La alta velocidad bate récords desde la liberalización en número de viajeros. En el caso de la línea Madrid-València, el incremento entre los dos modelos alcanzó el 86% en un año, como apunta el análisis de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Los usuarios diarios en Castelló rondan los 300 según se apuntó en anteriores ocasiones, si bien al cierre de esta edición Renfe no aportó una cifra oficial.

Fuera del mundo ferroviario, la oferta de trenes afecta a sectores de la economía castellonense, como el turismo. El vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur), Luis Martí, considera que a fin de cuentas «cuánto más fácil sea el acceso, más turistas vendrán» y recuerda que el desarrollo de grandes destinos turísticos «siempre ha estado vinculado al acceso al territorio».

Por su parte, el vicepresidente de Hosbec, Javier Gallego, ve favorable aumentar la oferta, aunque apunta que «el modelo del tren no es el más prioritario, al moverse las familias más en coche».

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