La sequía se agrava en Castellón, pero no amenaza el riego en la Plana

Los sistemas Palancia y Sènia estudiarán limitar el agua para el campo, aunque el Millars la tiene garantizada 

El pantano de María Cristina se encuentra en estos momentos a menos del 8% de su capacidad.

El pantano de María Cristina se encuentra en estos momentos a menos del 8% de su capacidad. / MANOLO NEBOT

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Cataluña vive la peor sequía desde que hay registros. Los embalses se encuentran en récord negativo y la Generalitat catalana acaba de declarar la emergencia en 200 municipios de Barcelona y Girona, lo que implicará un incremento de las restricciones para los usos agrarios, ganaderos o industriales. Andalucía va por el mismo camino, lo que ya ha obligado a la Junta a tomar medidas. Y aunque en Castellón el panorama (al menos de momento) no es comparable, la falta de lluvias ha encendido las alarmas de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), sobre todo si se tiene en cuenta que los pantanos se encuentran tan solo al 31,864% de su capacidad, el valor más bajo en 17 años. No obstante, la buena noticia es que en el sistema del Millars, que engloba a buena parte de la población de la provincia, la situación es menos alarmante y a medio plazo no se prevén limitaciones al uso del agua para riego.

Desde el punto de vista hídrico, Castellón se divide en tres sistemas: Millars, Sènia y Palancia y el estado de los dos últimos es crítico. El Palancia, que incluyen municipios como el Toro, Viver, Jérica o Segorbe, se encuentra desde hace un mes en una situación de emergencia y, a partir de la próxima semana, es más que probable que en el sistema Sènia, que ahora ya está en alerta y que comprende a Vinaròs, Benicarló o Peñíscola, ocurra exactamente lo mismo. «Todo hace prever que en cuando se actualicen los datos se declare la emergencia en este sistema, aunque hay que esperar unos días para poder confirmarlo», explica a este diario Javier Ferrer, director técnico adjunto de la CHJ.

En estos dos sistemas sí se prevén medidas de choque (a mediados de marzo serán las comisiones de desembalse de cada uno de ellos las que acuerden las más que posibles restricciones en el riego), pero el panorama en el Millars es distinto. «En este sistema todavía hay juego. El embalse de Arenós, que es el de mayor capacidad de la provincia, está mejor, lo que provoca que la situación sea en estos momentos de normalidad», añade Ferrer quien, no obstante, admite que si no llueve en abundancia en los próximos meses la situación será mucho más mala.

La falta de agua no amenaza a corto y medio plazo la campaña de riego en la Plana (comarca que concentra el grueso de las fincas de cítricos) y los regantes también lanzan un mensaje de tranquilidad, pues aseguran que hay y habrá agua suficiente «De enero a agosto, los embalses de Arenos y Sitjar pueden acumular por seguridad hasta 106 hectómetros cúbicos de agua y en estos momentos tenemos embalsados 58», describe Pascual Broch, presidente del Sindicato Central de Aguas del Millars y de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunitat (Fecoreva), quien apunta a que en una campaña de riego el consumo es de unos 30 hectómetros cúbicos. «Si no lloviera en un año no pasaría nada», defiende. 

Más costes para el productor

Pese a que el agua está garantizada, lo que está claro es que la falta de lluvias (el otoño en Castellón fue el más seco en 73 años y enero acaba con muy pocas precipitaciones) provocará que los agricultores tengan que rascarse el bolsillo. Ya lo hicieron en noviembre y diciembre y, si no llueve, en los próximos meses les tocará hacer igual. «Habrá que regar más y los gastos crecerán» , reconoce Broch. 

Los meteorólogos americanos no prevén lluvia en Castellón en todo el trimestre

La lluvia hace mucho tiempo que no se acuerda de Castellón y en los próximos días parece que las precipitaciones volverán a brillar por su ausencia. La Agencia Estatal de Meteorología pronostica un tiempo muy estable para lo que queda de semana y, además, aventura que es más que probable que en el mes de febrero tampoco llueva. Y aunque hacer previsiones más allá de a cuatro o cinco días vista resulta aventurado, el modelo americano CFS (sus pronósticos meteorológicos son para tres meses) no pronostica lluvia en abundancia en la provincia durante el primer trimestre de este año. Si se cumplen estas estimaciones, la situación de los embalses empeorará todavía más. 

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