Esto es lo que dice Sanitat del aumento de casos de tos ferina en Castellón

El colegio de médicos explica en qué consiste la enfermedad y cómo evitar contagios

La vacunación, una de las medidas para prevenir la tosferina

La vacunación, una de las medidas para prevenir la tosferina

Carmen Tomás Armelles

Carmen Tomás Armelles

La Conselleria de Sanitat ha querido transmitir un mensaje de tranquilidad en relación con el aumento de casos de tos ferina en Castellón.

Según el departamento que dirige Marciano Gómez "desde el Centro de Salud Pública de Castellón realizan la vigilancia epidemiológica de una serie de enfermedades, entre ellas la tos ferina. Durante la pandemia hubo una bajada de casos y por esto la incidencia ahora está en aumento, aunque sin llegar a brotes epidémicos importantes", señalan.

La tos ferina es una enfermedad respiratoria que se transmite de persona a persona por la tos o estornudos. En la actualidad, la mayoría de la población pediátrica está vacunada y su sintomatología suele ser leve, aunque la vacuna es el mejor método preventivo.

Brotes

Cuando Salud Pública detecta la presencia de varios casos en un mismo centro escolar, contacta con dicho centro y se transmiten a los padres una serie de recomendaciones para evitar que se produzcan más contagios y que consulten con su centro de salud en caso de sintomatología (tos seca persistente) así como de convivencia con niños menores de 1 año o con mujeres embarazadas. 

Qué se recomienda

Ante los casos diagnosticados, se recomienda que los alumnos no acudan al centro escolar hasta transcurridos 5 días desde el inicio del tratamiento.

Qué es

Según explica la vocal del colegio de médicos de Castellón Bárbara del Mazo, "es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria que afecta principalmente a vías respiratorias. Produce tos seca, dificultad respiratoria y a veces vómitos y se transmite de persona a persona a través de las gotas que se expelen al hablar o al toser y con la mucosidad". Señala que es contagiosa desde unos días antes a la aparición de los síntomas hasta al menos dos semanas después de que se hayan iniciado la tos. Hay 3 fases, la primera de una a dos semanas es muy similar a un resfriado común, con congestión nasal, febrícula, tos leve ocasional. La segunda se caracteriza por tos en accesos de ataques de tos, que es una tos seca, no productiva, persistente con un sonido característico en la inspiración. En los ataques se está bien pero suelen los ataques suelen ser muy limitantes y de predominio nocturno. La última fase es la de convalecencia, en que van remitiendo los síntomas poco a poco", añade.

A quién afecta

Puede afectar a personas de cualquier edad aunque se presta especial atención a dos grupos de población, a los pacientes con inmunodepresión, pluripatológicos o con enfermedades respiratorias de base, y a la población infantil, siendo especialmente cuidadosos con los menores de un año por su estado vacunal incompleto y con mujeres embarazadas.

Prevención

Del Mazo señala que, en cuanto a las estrategias de prevención, se presta especial atención a mantener altas tasas de vacunación, a nivel de población general. Además, está la quimioprofilaxis o administración precoz de antibióticos a los contactos de los pacientes enfermos para interrumpir la cadena de transmisión en la comunidad y que se contagie a las poblaciones más indefensas.

Pese a que es una enfermedad para la que existe tratamiento, Del Mazo consideró fundamental la prevención. En ese sentido, insistió en que previo al brote lo importante es estar vacunado frente a la enfermedad y seguir las pautas que dicte Salud Pública, tanto para los casos confirmados como para los contactos y hacer un estudio exhaustivo de contactos y mantener medidas higiénicas como lavado de manos, uso de mascarilla y, en caso de escolares afectados, no acudir al centro escolar 5 días desde el contagio para evitar la transmisión de la enfermedad.

Vacunación, a qué edades

En el calendario vacunal se aconseja la vacunación de la tos ferina en embarazadas en el tercer trimestre entre la semana 27 y la 36, a los 2, 4 y 11 meses del lactante, a los 6 del niño y personal sanitario que trabaje en pediatría y contactos estrechos de casos de pacientes enfermos no vacunados.