El precio del boquerón en lonja marca un tope histórico: 76 euros por 8,5 kilos

Explican que el mal tiempo ha reducido las capturas en caladeros de todo el Mediterráneo

CASTELLON. LLEGADA DE BARCOS DE ARRASTRE A LA LONJA

CASTELLON. LLEGADA DE BARCOS DE ARRASTRE A LA LONJA / ANDREU ESTEBAN

La subasta de pescado en la lonja de Castelló de este lunes ha marcado un tope histórico, el que ha alcanzado la venta del boquerón. Con una media anual que ronda los 20 euros por caja (entre 8 y 8,5 kilos), ayer se llegó a los 76 euros. Al menos dos factores habrían influido en un precio al que no se le conocían precedentes en la provincia.

Explica José Luis Ramírez, representante de la patronal de armadores en la sección de cerco de la Cofradía de Pescadores de Castellón, que el mal tiempo ha afectado de manera generalizada a los caladeros del Mediterráneo con una significativa bajada de las capturas. En el mar no había la cantidad de boquerón habitual.

En el caso del barco de Ramírez, ha sido el único que ha proveído de esta variedad al puerto castellonense, en total 49 cajas (alrededor de 400 kilos). Sumando los totales de Castellón, Burriana y Gandía, se han subastado 500 cajas, poco para lo que es normal. Ha sido en la lonja de Gandía donde la puja ha establecido la cifra más alta, 85,70 euros por caja.

La meteorología, según Ramírez, no sería la única razón de esa subida. En plena Semana Santa y con media España de vacaciones, como es el caso de Andalucía, aumenta la demanda de manera exponencial. Es precisamente el mercado andaluz el que más pescado de cerco busca, porque uno de sus platos típicos es la fritura. Con la parada biológica actual en puertos como el de Málaga y Almería, la oferta se reduce y por tanto, el pescado disponible encuentra más pretendientes.

Es lo que sucede durante el verano con la sardina, que «alcanza precios de entre 70 y 80 euros por caja los jueves y los viernes, porque las playas andaluzas tiran mucho por el turismo», indica.

El resultado para los pescadores de Castellón es positivo. Gracias a estos repuntes, obtienen más ingresos por sus capturas. No van mal estos buenos resultados a las puertas de la veda para la subárea geográfica (GSA) a la que pertenece Castellón (que incluye Tarragona y Murcia). Los barcos de esta zona permanecerán amarrados a puerto del 1 de abril al 1 de mayo, de acuerdo con el nuevo plan de gestión que durante tanto tiempo reivindicó el sector pesquero.

Esta ha sido una mejora muy esperada, porque «la sostenibilidad de los caladeros lo pedía», aunque podría ser más equitativa, según Ramírez. En Castellón, el cerco para tres meses al año, mientras que en Valencia y Alicante son dos y en la GSA de Almería y Málaga «solo un mes».