Los impagos de alquileres causan ya desahucios efectivos en la provincia de Castellón a un ritmo que se acerca a los 50 al mes. Según el último informe sobre los efectos de la crisis en los órganos judiciales hechos públicos recientemente por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), los lanzamientos practicados como consecuencia de procedimientos derivados de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) sumaron 522 en el 2017, lo que supone 71 más que los 451 registrados en el ejercicio precedente, es decir, un aumento relativo del 16%.

Se trata de la cifra más elevada desde que el CGPJ emite estadísticas sobre los desahucios por provincias, en el 2013, cuando aquellos debidos a no pagar la renta sumaron 431. Tras un descenso en el 2014, el dato no ha dejado de subir, pero siempre en menor medida que el año pasado.

Se trata de una evolución negativa que triplica, además, el incremento de los lanzamientos de familias de sus casas por procedimientos de la LAU en el ámbito nacional, donde el crecimiento fue de apenas un 4,3%.

Desde la Unión de Consumidores de España (UCE) en Castellón, Juan Carlos Insa, explicó este martes que, en estos momentos, los ciudadanos de la provincia, «no tienen acceso a adquirir una vivienda o, al menos, lo tienen muy difícil, y son muchos los que no han podido pagar las cuotas de la hipoteca, han arrendado un piso y ahora tampoco pueden hacer frente al coste del alquiler».

MÁS INCENTIVOS

Con esta situación, Insa considera que «hace falta una promoción eficiente de los alquileres sociales para dar una solución a este problema», que no cesa de crecer. En este sentido, el representante de los consumidores, quien dijo comprender que «es complicado», planteó la «creación desde las administraciones públicas de los incentivos adecuados para que los propietarios de viviendas que no utilicen incorporen esas casas a un parque de viviendas de alquiler a precios subvencionados».

En todo caso, Insa dijo que lo «fundamental» es que haya «coordinación entre las administraciones y los colectivos implicados para que los esfuerzos puedan llegar a ser eficaces», como contraposición a las iniciativas individuales que «hasta ahora no han dado resultados más allá de casos puntuales. Un ejemplo serían los diversos intentos para que las entidades financieras con pisos vacíos se ofertaran para arrendar, iniciativa que no ha cuajado finalmente en resultados.