Los tambores de guerra comercial empiezan a ser un quebradero de cabeza para empresarios, inversores y políticos. Donald Trump acaba de declarar una guerra comercial con la Unión Europea (UE) y lo ha hecho en nombre del eslogan America firts (los Estados Unidos, primero). Y como en los mercados internacionales basta con que un elemento se tambalee para que el resto empiece a fallar, cada decisión del presidente norteamericano apostando por potenciar la mano de obra en su país y gravando con aranceles e impuestos los productos que llegan desde otros mercados, es vista con preocupación. También en Castellón, donde todo el mundo da por sentado que las últimas tensiones entre Europa y Estados Unidos no pueden anunciar nada bueno. Y todo sucede justo ahora, cuando las exportaciones desde de la provincia acumulan tres años con fuertes incrementos y cuando la cifra de compañías que exportan no deja de aumentar y roza ya las 600.

María Dolores Parra, directora general de Internacionalización de la Conselleria de Economía, asegura que la guerra comercial no ayuda en nada a los exportadores valencianos. «Claro que existe preocupación por parte del Consell, pero ya no tanto por lo que está sucediendo ahora, si no por lo que puede suceder en un futuro si continúa esta deriva proteccionista», explica al tiempo que recuerda que la contienda empezó hace ya un año.

Los ataques de Trump siguen un patrón quirúrgico. El presidente norteamericano empezó gravando las importaciones de aceituna de mesa (en Castellón son siete las compañías que se dedican a este sector, aunque no todas exportan) y ahora ha impuesto restricciones al acero y al aluminio procedente de la UE. Pero si la Administración norteamericana decide subir otro peldaño en la contienda, los expertos aseguran que las medidas podrían afectar a sectores como el agroalimentario. Y es ahí donde entran en acción las mandarinas de Castellón, pero también el aceite y el vino. «Resulta complicado pronosticar el efecto que tendrá en la agricultura de la Comunitat, pero hay motivos muy fundados para la inquietud y la preocupación. Lo que tenemos claro es que esa escalada proteccionista es absurda y no conducirá a nada bueno», dice Cristóbal Aguado, presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).

Donde también están expectantes es en la Cámara de Comercio de Castellón. «Vamos a ver qué pasa. Si Estados Unidos sube los aranceles se incrementará el precio de sus importaciones, y es algo que afectaría a todo el mercado europeo», argumenta Joaquín Andrés, director de Internacionalización de la Cámara, que insiste en que la Unión Europea tiene un papel fundamental en la respuesta a esta situación.

EXPORTACIONES AL ALZA

Pero, ¿qué impacto tendrá en la provincia el resentimiento de las relaciones comerciales con América del Norte? ¿Es Estados Unidos un mercado importante para Castellón? Nada menos que están en juego más de 380 millones de euros anuales, que es el valor que alcanzaron las exportaciones de productos made in Castellón a USA durante el año pasado. Unos envíos que, además, prácticamente se han duplicado y lo han hecho en un tiempo récord.

Que Estados Unidos es cada vez un destino más importante para las exportaciones de Castellón es algo que demuestran los datos que maneja el Instituto de Comercio Exterior (ICEX). De hecho, y desde el año 2010, los envíos se han disparado, tras pasar de los 185,6 millones de euros a los 385 del último ejercicio. Y este arranque de año, el alza todavía es más espectacular: hasta abril, las exportaciones superan los 179 millones de euros, un 58% más que en el mismo periodo del 2017. «Estados Unidos es el quinto país en el ránking de importadores de productos de Castellón, solo por detrás de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido», explican fuentes del ICEX.

Las exportaciones van al alza como también lo hacen las empresas con intereses al otro lado del Atlántico. Un total de 587 compañías de la provincia tienen intereses comerciales en USA, una cifra que también se ha disparado. «En el conjunto de la Comunitat las cifras también son muy positivas y hasta abril los envíos han crecido un 11%,», describe María Dolores Parra.

ASCER ESTÁ «ATENTA»

Algo más de la mitad de todos los productos de Castellón que se exportan a Estados Unidos son pavimentos y revestimientos. «Actualmente este país aplica a las baldosas cerámicas europeas unos aranceles que van del 8,5% al 10% sobre el valor FOB, dependiendo de la subpartida arancelaria», describen desde la patronal azulejera Ascer, que añade que EEUU es el segundo país de exportación de baldosas cerámicas españolas. En 2017 se vendió por valor de 234 millones, un 24,5% más. Y aunque, de momento, no hay indicios que prueben que el azulejo vaya a resultar afectado, en Ascer aseguran que están atentos a las diferentes políticas que se vayan adoptando «con el objetivo de estar preparados para reaccionar a cualquier cambio».