Pleitesía medieval. Historia viva de la fundación de Castellón. La ciudad se puso ayer a los pies de la joven castellonense Andrea Sánchez Verchili, en su coronación como Na Violant d’Hongria 2019, máxima representante de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta para las fiestas de la Magdalena. En una tarde primaveral, la capital regresó a los tiempos de Jaume I el Conqueridor, para agasajar y rendir honores a la que fue su esposa, en un Teatro Principal hasta la bandera, vestido de terciopelo con los blasones dels cavallers.

Y junto a ella, la 64ª representante del ente, sus dones de companya que, con la rosa caballeresca en la mano, la acompañaron en el escenario bajo la guardia y vela de la Esquadra d’Honor, y la atenta mirada de los pajes, Pablo Verchili, Max Gutiérrez y Pablo Valerino. Elegantes, cual damas de la corte real, subieron Carla Sánchez Araca, Na Dolça; Mireya Sotos Atienza, como Na Eva; Marta Andreu Sotos, como Na Margarida; Berta Vinuesa Colera, como Na Rama; y Ainhoa Martín Ripoll, como Na Provençala.

Las cinco, presente y futuro de la Germandat, serán cómplices y compañeras de viaje de Andrea Sánchez, Na Violant, reina de la Germandat y dama de la ciudad que siguió emocionada el devenir de la gala desde el palco principal, acompañada de la alcaldesa, Amparo Marco; y el concejal de Fiestas y presidente del Patronat Municipal, Omar Braina.

Fue una noche de alta representación institucional, tanto municipal, con el vicealcalde, Ignasi Garcia, y otros ediles; como provincial, con el vicepresidente Vicent Sales; y festera, de la mano de las reinas de la Magdalena, Natalia Palacio y Natalia Collazos, y sus cortes, junto con la presidenta de la Junta, Noelia Selma, y representantes de las gaiatas y entes vinculados.

A LAS PUERTAS DE MAGDALENA //

Castellón tiene ganas de Magdalena, unas fiestas que ya están a las puertas --faltan 27 días-- y se notó en el desfile que partió de la calle Asensi hasta el Casino Antiguo y el Teatro Principal. Fueron momentos de boato y aplauso continuado de una ciudad que fue la primera en ver el espectacular traje de época, de larguísima cola, lleno de reminiscencias a la corte de Jaume I y la reina Na Violant, presidida por una gran cruz, y un corte preciosista, creado por el modisto Higinio Mateu, que fue el encargado de dar los últimos toques al secreto mejor guardado de la Germandat.

Del brazo del prohom, Luis Oria, y coronada por la tradicionalidad engarzada de Joieria Argent, Andrea Sánchez cumplimentó los pasos hacia su trono, donde el casco alado del Rei parecía tomar vida a medida que avanzaban las palabras del presentador, José Antonio Balfagó; y con el Penó de la Conquesta presidiendo la ceremonia, que arrancó con un minuto de silencio por Josep Antoni Pradells, miembro fallecido del Consell d’Honor. También hubo tradición, con el baile de Festa al Castell Vell de El Forcat que, un año más, sembraron la tradición de las fiestas de Castellón sobre el escenario.

Espadas en alto para recibir en el Teatro a su reina --que casi al final, durante unos instantes se mostró indispuesta y tuvo que abandonar el escenario--, y palabras sobre el poder de la mujer, en el siglo XIII y en el XXI de la mantenedora, Inmaculada Fortanet. Al grito de Cavallers, per la Mare de Déu del Lledó, Sant Jaume i Sant Cristófol, el Teatro en pie contestó Fadrell.

Fortanet: «Violant fue mujer de su tiempo y del nuestro»Es la primera mujer en la historia de la Germandat en ejercer de mantenedora del acto de proclamación de Na Violant, e Inmaculada Fortanet, catedrática de Estudios Ingleses de la UJI y muy vinculada a Cavallers dejó el pabellón muy alto, con un discurso en el que apeló a la fuerza de las mujeres para llegar donde se proponen, en el siglo XIII, al que perteneció la reina Na Violant; y al papel en la sociedad y en las fiestas.«La esposa de Jaume I fue una mujer de su tiempo, y del nuestro, que dejó claro quién era, con una personalidad arrolladora, influyendo en política y en el destino de nuestro pueblo, siendo madre y educadora de cinco reyes y reinas, además de una buena compañera de vida», señaló, en un texto lleno de guiños a su pasión por la literatura histórica, citando el premio Planeta Yo Julia de Santiago Posteguillo; por los viajes, señalando que «la historia de Violant tiene mucho de multiculturalidad e internacionalización», y repasando la historia de una reina «viajera y preparada», como las mujeres de hoy, «muy bien representadas en Castellón».