Evitar una temida tercera ola después de las fechas navideñas en pleno arranque de la campaña de la vacunación contra el coronavirus. Este es el principal objetivo de la decisión que ayer acordaron el Gobierno y las comunidades autónomas que pasa por endurecer las restricciones en Navidad en aquellas zonas con una mayor incidencia del virus a raíz del puente de diciembre, como es el caso de la Comunitat. De ahí que el Consell decidirá hoy las limitaciones definitivas que pueden pasar por reducir el número de comensales fijado en 10 personas los días señalados, mantener el toque de queda nocturno a las 00.00 horas sin alargarlo a las 01.00 horas o seguir con el cierre perimetral y no levantarlo ningún día.

Tras el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, mostró la «preocupación» tanto del Gobierno como de las comunidades autónomas por el aumento de los contagios que se están produciendo en los últimos días. «Hemos conseguido bajar la incidencia de una forma rápida y eficiente y no hay que desperdiciar todo el esfuerzo acumulado que hemos hecho, por lo que hay que tomar decisiones rápidamente y ágilmente y con la contundencia necesaria», recalcó Illa en la misma línea de lo asegurado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, horas antes en el Congreso de los Diputados.

Decisión autonómica

Allí se mostró partidario del endurecimiento de las restricciones si la situación epidemiológica sigue subiendo, aunque deja en manos de las comunidades la decisión final. Esto puede provocar que en cada región haya una normativa diferente y no se aúnen criterios como los acordados el pasado 2 de diciembre que ahora quedarán sin efecto en algunas regiones al aprobar medidas más restrictivas.

Tras las deliberaciones de ayer, hoy estaba previsto que se reunieran la comisión interdepartamental, aunque ayer no estaba todavía convocada por Presidencia, para decidir las restricciones definitivas cara a Navidad en la Comunitat. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya advirtió ayer que, en las próximas semanas, «nos jugamos la vida de muchas personas». Por su parte, la vicepresidenta, Mónica Oltra, se mostró una vez más partidaria de endurecer las medidas. Una postura que en algunas ocasiones ha generado controversias en el seno del Botànic, ya que hay otras voces partidarias de intentar mantener la máxima operatividad de sectores económicos como el de la hostelería o el comercio.

Más contagios

De todos modos, todo apunta a que las restricciones actuales se endurecerán porque la evolución de la pandemia ha empeorado en la Comunitat a raíz del puente de diciembre. La propia consellera de Sanidad, Ana Barceló, señaló ayer que esos días festivos «han desbarajustado» la caída de contagios de coronavirus que la Comunitat venía registrado en las últimas cuatro semanas e insistió en que las medidas no son «inamovibles» y hay que adecuarlas a la coyuntura actual.

De ahí que todo apunte a un endurecimiento de las medidas, que podría afectar al toque de queda fijado en Nochebuena y Nochevieja a las 01.00 horas y que se mantenga en las 00.00 horas, o al máximo de personas que pueden reunirse, que ahora estaba marcado en 10 los días señalados, aunque en un primer borrador la Conselleria de Sanidad siempre defendió mantenerlo en seis.

El cumplimiento del cierre perimetral preocupa al Consell quien reclama controles al Gobierno, por lo que la vía de mantener la región confinada toda la Navidad estaría sobre la mesa.